Cristina Barral / la voz, 14 de abril de 2015.
Un vecino de Monte Porreiro alertaba el pasado 7 de abril a la protectora Os Palleiros de Pontevedra del abandono de tres cachorros junto a un contenedor de basura de este barrio de la ciudad. Esas tres hembras fueron recogidas por la asociación, que las trasladó al refugio de Campañó. La presidenta de Os Palleiros, Gloria Cubas, hacía entonces un llamamiento a la colaboración ciudadana, buscando casas de acogida temporal y cuidados para esos animales, que tienen apenas un mes de vida: «Ya tienen los ojos abiertos, pero no tienen dientes y necesitan nodrizas, alguien que les dé de comer durante un tiempo».
Y esa colaboración llegó, pero no en forma de acogida temporal como se pedía, sino de adopción, en principio, definitiva. Dos familias, una de Vigo y otra de una parroquia de Pontevedra, se harán cargo de dos de los tres cachorros. Pero al margen de esa buena noticia y mientras los perros no llegan a esas casas, hay otra historia detrás.
Es la historia que protagoniza Kila, que sustituyó a los biberones. Una perra que encontraron tirada en una cuneta del municipio al poco de parir. «Nos avisaron y cuando la trajimos nos dimos cuenta de que tenía mucha leche, por lo que empezamos a indagar y a preguntar a los vecinos. Hasta que en una caseta abandonada de San Vicente de Cerponzóns encontramos a sus cachorros y se los llevamos», explicó ayer Gloria Cubas.
Recuperados sus dos perritos, Kila se convirtió en una madre adoptiva para los otros tres que aparecieron en el contenedor de Monte Porreiro. «Los aceptó al momento y no hizo distinción con unos y otros», comentó la presidenta de la protectora. Los tres cachorros seguirán un tiempo con Kila antes de empezar una nueva vida. «Aunque dos ya tienen casa todavía no se pueden ir, calculamos que podrán hacerlo en unas tres semanas», señalaron desde Os Palleiros.
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