El rascacielos residencial 432 Park Avenue, diseñado por Rafael Viñoly, sobrepasa al One World Trade Center por la altura de su azotea, 426 metrosJavier Armesto / la voz, 26 de abril de 2015.
El rascacielos más alto de Nueva York no es el One World Trade Center. Aunque lo diga el Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH), una institución sin ánimo de lucro fundada en 1969 y con base en el Illinois Institute of Technology, en Chicago, considerada la máxima autoridad en la materia. El sustituto de las desaparecidas torres gemelas tiene truco, y mucho: una antena de 124 metros que le permite alcanzar la simbólica cifra de 541 metros de altura, equivalente en pies a 1.776, el año de la independencia americana.
Sin esa antena, que el CTBUH considera parte estructural del edificio pero que no es habitable, la azotea del One World Trade Center solo llega a los 417 metros. Suficiente para sobrepasar a la del míticoEmpire State, que alcanza los 381 metros. Pero no a un nuevo y estilizado edificio cuya silueta ya se recorta en la línea del cielo de Manhattan. Se trata del 432 Park Avenue, un rascacielos de uso residencial proyectado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly y que estará terminado este año. Su azotea se encuentra a 425,5 metros e incluso su última planta ocupada, situada a 392 metros, está por encima de la del One World Trade Center (386), también llamado Torre de la Libertad.
Atendiendo a la citada cota del tejado, solo hay un edificio más alto en toda América: la torre Willis de Chicago (antes torre Sears), con 442 metros.
El 432 Park Avenue es un paralelepípedo cuyo diseño se basa en lo que Viñoly define como «la forma geométrica más pura: el cuadrado». Con 96 pisos y una superficie ocupable total de 38.000 metros cuadrados, solo ofrece 104 apartamentos, cada uno con su propia entrada directa desde el ascensor. La fachada es una retícula perfecta con 24 ventanas de 3 por 3 metros en cada planta. Funcionará en régimen de condominio y en sus zonas comunes habrá gimnasio, piscina, spa, salas de proyección, comedores privados y zonas de entrenamiento de golf. El hecho de que tenga menos plantas que laTorre de la Libertad y el Empire State (que cuentan con 104 y 102, respectivamente) se debe a que las del rascacielos de Viñoly disponen de techos altos de 3,7 metros, otra concesión al lujo.
A pesar de la exclusividad del inmueble, no quedan muchos apartamentos disponibles. Los precios oscilan entre los 16,9 millones de dólares de una vivienda de 332 metros cuadrados (2 dormitorios y tres baños) en el piso 40, con vistas a Madison Avenue; y los 82,5 millones de un penthouse que ocupa toda la planta 94, 767 metros cuadrados (6 dormitorios y siete baños), que ofrece vistas de 360 grados de todo Manhattan y los otros cuatro distritos de Nueva York: Brooklyn, Queens, el Bronx y Staten Island.
Catorce años después del 11-S, las grúas de la Gran Manzana vuelven a arañar el cielo. Sobre las vías de la ahora subterránea Penn Station se construye el mayor proyecto inmobiliario de Norteamérica, con cinco torres de entre 50 y 92 pisos; y en el midtown hay previstos rascacielos de más de 400 metros de altura. «Solo hay dos mercados: ultralujo y casas subvencionadas», afirma Viñoly. Está claro a cuál pertenece el 432 Park Avenue.
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