EUROPA PRES 13 de abril de 2015.
En los cinco primeros centímetros de suelo del cráter Gale, en Marte,las condiciones ambientales permiten la existencia de agua líquida salada (salmuera) durante la noche. Por el día, con el aumento de la temperatura, se secan, pero al anochecer las sales presentes en el suelo (percloratos) vuelven a absorber el vapor de agua de la atmósfera. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha sido publicado en el último número de la revista Nature Geoscience.
Para uno de los responsables de este trabajo, Javier Martín-Torres, la presencia de agua líquida «es un hecho extremadamente relevante» y más en Marte, en donde tiene «enormes implicaciones para la habitabilidad de todo el planeta, para su futura exploración, así como para todos los procesos geológicos que estén relacionados con el agua».
El cráter Gale, situado en el ecuador de Marte, es la zona más caliente y seca del planeta rojo. Por ello, los autores de este estudio creen que si se ha encontrado salmuera en una zona donde las temperaturas favorecen la sequedad, podría existir en el resto de la superficie también. «Los modelos y las medidas tomadas bajo la superficie predicen que por debajo de 15 centímetros de profundidad las sales permanecen hidratadas durante el día y a lo largo de todo el año, pero no en fase líquida», ha apuntado Martín-Torres.
Este trabajo también ofrece una posible explicación a los desprendimientos de material que se han observado por todo el planeta. Estos desprendimientos suceden de forma estacional, en los periodos más cálidos, en las laderas de Marte. Según los autores, estos derrumbes, podrían estar causados por los cambios de estado de las salmueras presentes en los materiales del suelo.
El instrumento REMS de Curiosity
El hallazgo de salmuera ha sido posible gracias al instrumento REMS (Rover Environmental Monitoring Station) integrado en Curiosity. Los objetivos de la misión incluyen verificar el potencial biológico de la zona explorada; investigar los procesos planetarios que ocurren en su superficie y que influyen en su habitabilidad; y caracterizar los niveles de radiación que llegan a la superficie de Marte y al ciclo del agua.
La estación meteorológica REMS, diseñada en España por investigadores del CSIC, se encarga de monitorizar las condiciones ambientales sobre la superficie de Marte. En la medición de los datos analizados en este estudio también ha participado otro instrumento a bordo del rover: DAN (Dynamic Albedo of Neutrons), que mide la hidratación del subsuelo. La información analizada ha sido recopilada durante un año marciano, que equivale a mas de dos años terrestres, a lo largo del cual el vehículo ha recorrido mas de 9 kilómetros.
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