LA VOZ 28 de junio de 2015.
La extinción de los dinosaurios, que forma parte de libros y películas de ciencia ficción, se produjo hace 66 millones de años. Por muy lejano que nos parezca, este acontecimiento podría volver a formar parte de la preocupación del colectivo en los próximos años. Y es que los expertos han comenzado a dar la voz de alarma al asegurar que «estamos entrando en una extinción masiva, la sexta, y esta amenaza la existencia humana».
Según el profesor del Stanford Woods Institute for the Environment, Paul Ehrlich (que además es uno de los autores de este apocalíptico estudio), el mundo perderá durante las próximas tres generaciones varias especies y con ellas muchos de los beneficios de la biodiversidad: «Estamos serrando la rama sobre la que estamos sentados». Y por si el mensaje no cala lo suficiente y aún hay gente que guarda dudas, los investigadores lo ponen aún más negro: «Debemos tomar medidas rápidas para conservar las especies amenazadas, sus poblaciones y hábitats». «La ventana de oportunidad para llevar a cabo estas medidas se está cerrando con rapidez», sentencian.
Pero, ¿por qué han llegado a esta conclusión? La realidad es que lasestimaciones más conservadoras de su estudio muestran quealgunas especies están desapareciendo cien veces más rápido de lo que sería considerado normal en un periodo como el actual. La diferencia entre la tasa de fondo (la extinción registrada como promedio durante los últimos 60 millones de años) y la actual aviva aún más las terribles conclusiones del estudio. Y es que en el caso de los vertebrados, que es el grupo con los datos más fiables, las estimaciones menos tremendistas muestran que con nuestras acciones estamos llevando a la Tierra directamente a un «espasmo global».
«Es muy posible que nuestros cálculos subestimen la gravedad de la crisis de extinción», señalan los investigadores de la Universidad de Stanford en un informe en el que además explican que su objetivo era el de fijar un límite inferior realista al impacto de la Humanidad en la biodiversidad del planeta Tierra. Y aún así, las cifras son terriblemente preocupantes: un 41 % de las especies anfibias y un 26 % de las de los mamíferos está en peligro de extinción.
Aunque pueda parecer parte del ciclo de la vida, lo cierto es que cada vez que desaparece una especie del mundo, con ella se van las funciones que cumplen para el desarrollo de la tierra. Cosechas, mares y otros ámbitos de los que depende la supervivencia del ser humano dependen en gran medida de la actividad diaria de pequeños insectos o de grandes animales, a los que cada día, con nuestras acciones, mandamos directamente a la desaparición.
«Si dejamos que esta situación continúe, la vida podría tardar muchos millones de años en recuperarse y nuestra especie podría desaparecer pronto», relata uno de los investigadores, pertenecientes a la Universidad Autónoma de México, Gerardo Ceballos.
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