Los turistas que estos días visiten Bruselas se quedarán con la ganas de ver el símbolo de la ciudad en todo su esplendor, por culpa de la ola de frío. ElManneken Pis, la estatua de bronce de un niño orinando, convertida en una auténtica atracción, ha dejado de miccionar por miedo a que las bajas temperaturas pudieran dañar el mecanismo interno.
El pasado jueves, el Ayuntamiento cerró el paso del agua que ha manado en el rincón del número 46 de Stoofstraat desde el siglo XVII, preocupado por las consecuencias de la ola de frío que asola Europa. A mediados de esta semana se habían registrado temperaturas por debajo de los -10ºC, sensiblemente inferiores a la media de un mes de febrero.
De momento se desconoce cuándo volverá a funcionar. "Todo depende, del tiempo y de si las temperaturas vuelven subir", ha declarado una portavoz de la oficina de turismo de Bruselas.
El Manneken Pis es una figurita de unos 50 centímetros esculpida en bronce que representa un niño pequeño desnudo orinando en el cuenco de una fuente del siglo XV. La estatua, ubicada en el centro histórico de la capital europea, es visitada cada año por miles de turistas de todo el mundo.
Habrá que colocarle calzoncillo.
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