Bea Costa / la voz 25 de noviembre de 2014
Calabazas descomunales, patatas con formas sugerentes, pies de maíz con tropecientas espigas... El último prodigio de la naturaleza en la comarca es un huevo gigante. Pesa nada más y nada menos que 195 gramos, cuando lo normal es que no pasen de 70 ó 80 gramos, y fue alumbrado por alguna de las gallinas del corral de Luis Cores, situado en O Terrón (Vilanova). El viernes, cuando acudió al corral a recoger la cosecha del día, se encontró con lo nunca visto; un huevo que rompe marcas, aunque según pudo comprobar después su hijo Jorge en Internet, no todas. «El huevo más grande del mundo pesó 245 gramos», relataba ayer. En la casa de lo Cores, que son propietarios del hotel-restaurante Luz de Luna, todavía no saben cuál va a ser el destino del singular hallazgo. La familia se debate entre convertirlo en tortilla o dejarlo tal cual hasta que la materia orgánica aguante. O abrirlo para ver qué hay dentro, «porque una vez encontraron un huevo dentro de otro», explican. ¿Y la gallina autora de tan meritoria puesta? Ni se sabe cuál ha sido ni se ve nada raro que la delate. Más allá del famoso huevo, el gallinero sigue con su rutina.
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