AFP | La Voz 23 de enero de 2014
Hace treinta años, mucho antes de inventarse el iPhone y el iPad, Apple revolucionaba el mundo de la informática lanzando el ordenador Macintosh, conocido popularmente como Mac.
Símbolo de una rivalidad legendaria con Microsoft, el Mac fue el primer ordenador comercial con ratón e interfaz gráfico con un microprocesador Motorola 68000 y un precio inalcanzable para la mayoría pero menor que el de sus predecesores. El ordenador de la firma californiana salió al mercado por un precio de 2.500 dólares, lejos de los 10.000 dólares que podía costar un ordenador en aquella época.
El 24 de enero de 1984, Apple, que entonces aún era conocida como Apple Computer y sólo producía software y ordenadores, lanzó su nuevo producto con un anuncio de televisión que se vio sólo una vez, durante el intermedio de la Super Bowl, y costó 1,5 millones de dólares, una cantidad más que importante para la época.
Dirigido por Ridley Scott y, emulando la novela 1984 de George Orwell, el anuncio daba a entender que Mac vencería al «Gran Hermano» asegurando que «1984 nunca sería como 1984», en referencia al gran poder del nuevo ordenador. El «Gran Hermano» era aplastado por un mazo con los colores de Apple, una metáfora del «golpe duro» que significaría el ordenador de la compañía de la manzana frente a IBM, el principal actor en aquel momento en el mercado informático.
Antes de la presentación del Mac, los ordenadores eran máquinas muy caras para el mundo del trabajo, comandadas mediante texto redactado en un lenguaje prácticamente incomprensible para quien no era programador. Y es que, en cierto modo, el ordenador de Apple supuso un antes y un después en la informática e introdujo un cambio radical en la forma en que los usuarios de ordenadores se relacionaban con las máquinas.
«El Mac era un salto hacia delante», cuenta a AFP Randy Wigginton, uno de los primeros empleados de Apple. «No lo hemos inventado todo, pero hemos hecho que todo se volviera accesible y fácil. Fue el primer ordenador con el cual la gente podía jugar y decir: ¡qué bueno!».
El Mac se trataba de un aparato mucho más sencillo de manejar y entender que el resto de los ordenadores comerciales del momento e, incluso, muchos creen que sentó las bases para productos posteriores como el sistema operativo Windows. Fácil de transportar, con programas para diseñar, editar textos o edición fotográfica accesibles para el gran público, o la incorporación de MacWrite, el primer procesador de textos en el que lo que el usuario veía en la pantalla era lo que aparecía en el papel, el Mac revolucionó el mercado.
La rivalidad con Microsoft
Rápidamente, el Mac se hizo un hueco en el mercado y consiguió reunir un grupo de fieles seguidores, aunque pronto empezó a acusar la competencia con Windows. Sin embargo, con el regreso de Steve Jobs a Apple y el lanzamiento del atractivo iMac en 1998, el Mac volvió a resurgir.
«Pienso que Steve Jobs alimentaba la idea de una oposición entre Windows y Macc», apunta Daniel Kottke, que trabajó con el fundador de Apple. «Jobs siempre se las agarraba con Microsoft, pero se volvió más fuerte cuando Microsoft sacó Windows. Decía que nos había copiado. La interfaz gráfica del Mac fue retomada por Microsoft y la llamó Windows», afirma.
Con el lanzamiento en 2001 del iPod, del iPhone en 2007 y del iPad en 2010, la firma californiana volvió a dar en el clavo convirtiéndolo en líderes de ventas y abriendo nuevas batallas lejos de Microsoft. Sin embargo y a pesar de los nuevos productos de la marca de la manzana, treinta años después, el Mac sigue batiendo récords de ventas en sus versiones de portátil y ordenador de sobremesa.
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