Xurxo Melchor / la voz 27 de junio de 2012
Sorpresa entre la clientela
Es imposible saber qué te va a deparar el día cuando por la mañana pones pie a tierra y comienzas la jornada. José López Mata, que junto a su hermana es propietario del popular bar Latino de Santiago, jamás habría adivinado lo que la realidad, que siempre supera a la ficción, le tenía reservado el pasado lunes.
La mañana se desarrolló sin sorpresas. Debió de ser porque todas estaban reservadas para la tarde. Habían pasado ya las 14 horas cuando por la puerta del establecimiento, situado en la calle República Arxentina, entró un cliente nada habitual que alteró por completo el día en la Latino. Se trataba de un lagarto «muy verde y muy bonito, me parece que tenía algunas partes rojas, pero sobre todo era verde, muy verde», explicaba ayer José López Mata.
Por muy bonito que fuese, el lagarto provocó una reacción entre la sorpresa y el miedo en algunos de los clientes que a esas horas abarrotaban la cafetería Latino. «Entró tranquilamente y comenzó a caminar, así que cogimos unas escobas y como pudimos lo echamos», añade el propietario del conocido establecimiento compostelano.
Pero el lagarto no quería marcharse. Y se quedó en la terraza del Latino. Tomando el sol y sin que ni los clientes ni los dependientes le molestasen demasiado. Sin embargo, la presencia del extraño animal no había pasado desapercibida y, sobre las 17 horas, una patrulla de la Policía Local de Santiago hizo acto de presencia. «El agente nos dijo que el lagarto estaba protegido y que teníamos que recogerlo para entregárselo a la protectora de animales», explica López Mata. Y así lo hicieron. Con todo el cuidado y el mimo que pudieron, lo metieron en una caja de zapatos, le hicieron unos agujeros a la tapa para que respirase. «Yo creo que debía de ser la mascota de algún vecino que se escapó, porque el lagarto parecía acostumbrado al hombre», añade el dueño del Latino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario