LA VOZ 05 de junio de 2012
Tío Pepe lleva en la Puerta del Sol 77 años. Hasta que llegó Apple al corazón de Madrid. Durante todos estos años Tío Pepe se ha convertido en uno de los grandes iconos de la céntrica plaza madrileña, uno de los pocos españoles con plaza fija sin ser funcionario que sobrevivió a las reformas de la zona en los años 80 y resistió firme a la prohibición del Ayuntamiento de cualquier tipo de publicidad en las inmediaciones. Pero entonces apareció Apple, el gran gigante tecnológico estadounidense. Alquiló el edificio del emblemático Hotel París en la Puerta del Sol para instalar una macrotienda y decidió barrer la azotea, prescindiendo del cartel luminoso de Tío Pepe que cada noche iluminaba el kilómetro cero.
Tío Pepe forma parte del paisaje de la Puerta del Sol desde el año 1936, cuando la empresa González Byass fabricó las grandes letras y la castiza botella de fino, con su torera y sombrero incluídos, para conmemorar el primer centenario de la bodega jerezana. Ahora, el edificio propiedad de la familia mexicana Díaz Estrada pasa a manos de Appletemporalmente, pero con una condición, retirar el enorme anuncio de fino en el que se puede leer «Tío Pepe. Sol de Andalucía embotellado».
La Puerta del Sol se encuentra huérfana del Tío Pepe desde el año pasado, cuando el cartel fue retirado para llevar a cabo las obras de remodelación del antiguo hotel. Sin embargo nadie creyó que el icónico anuncio no regresaría al lugar que le corresponde, a pesar de que en el Ayuntamiento de Madrid figurase la rehabilitación del inmueble a nombre de AppleRetail Store, SL. ¿Sustituirá una gran manzana mordida y brillante a la tradicional botella de vino?
La noticia del pisotón de Apple al anuncio de Tío Pepe no ha dejado indiferente a casi nadie. Desde primera hora de la mañana las redes sociales se han volcado en Internet contra la jubilación del cartel más popular de todo Madrid, reflejando la tristeza que supone la retirada de unos de los grandes símbolos de la Puerta del Sol. El tema «Tío Pepe» ya esTrending Topic en Twitter, donde sus usuarios, indignados, critican el poder de las grandes multinacionales para cambiar el paisaje urbano y los símbolos sociales, intentando mantener encendidas las letras del anuncio de fino. En Facebook tampoco se quedan callados. Los internautas han comenzado a unirse a grupos como «Salvemos a Tío Pepe», que claman por la supervivencia del cartel que ha inspirado incluso a grandes artistas como a Picasso.
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