LA VOZ 26 de marzo de 2012
La policía del condado de Montgomery, en las afueras de la ciudad de Baltimore, no daban crédito cuando detuvieron a un lujoso Lamborghini negro sin placas de matrícula. Del vehículo descendió un hombre disfrazado, con todo detalle, de Batman. Es el último suceso extraño relacionado con el hombre murciélago, que por lo visto sigue más en boga que nunca.
El Batman de Montgomery se dirigía a un hospital infantil para alegrarle la tarde a unos pequeños. Lenny B. Robinson, el hombre que se escondía bajo la máscara, decidió quitarle las matrículas a su particular Batmóvil y sustituir al menos la frontal por un símbolo del murciélago.
La policía le detuvo pero no le multó porque Robinson tenía las matrículas de verdad guardadas en el coche. El Batman de Baltimore tiene una versión más lúdica que la del Batman brasileño. André Luiz Pinheiro, un exmilitar de 50 años, ha sido contratado por la Policía de una región de São Paulo llamada Taubaté, para ayudar a combatir el crimen juvenil y dar ejemplo. Con un traje valorado en casi 3.000 euros, Pinheiro aprovechó su formación y su gusto por los superhéroes (tiene 250 disfraces) para hacer algo por sus vecinos.
Hace unas semanas, otro Batman saltaba a los titulares desde Eslovenia. Disfrazado del hombre murciélago, un joven de un deprimido barrio de la localidad de Dunajska Streda, que vive solo en un edificio abandonado, hace favores a sus vecinos y cuida del aspecto de su vecindario a cambio de comida, mientras luce orgulloso su capa oscura y una capucha rudimientaria.
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