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| CESAR QUIAN |
Nadie es capaz de abrirla. Llamaron a un especialista. Uno de esos cerrajeros que abren el Banco de España como si fuese el candado de una bici. Lo intentó pero, tras secarse el sudor, dijo que era imposible. Alguien apuntó que conocía a un profesional al que no se le resistía ni la de Fort Knox. Se sentó delante de la caja fuerte de la Fábrica de Tabacos, ahora Audiencia Provincial, analizó el sistema de apertura, los engranajes, la cerradura y... Se marchó, y la puerta seguía igual, cerrada. ¿Qué esconde la caja fuerte de Tabacos? «Pensamos que nada de valor porque sino ya alguien la hubiese abierto antes», reflexiona Ernesto Muntaner, arquitecto y director de la obra de rehabilitación del emblemático edificio de la Palloza. Tanto él como Juan Pintos, arquitecto coordinador de la obra, y Manuel Bermúdez, coordinador del proyecto, decidieron mantener la pieza tal cual. «Tiene varios anclajes que, en caso de que forcemos la apertura, corremos el riesgo de destrozarla», comentan al lado de la caja sobre la que se conserva casi intacto un cartel que indica Pagaduría. «Sí, ahí es donde veníamos a cobrar», recuerda Juan José Lojo, uno de los antiguos trabajadores de Tabacos invitados a la presentación del nuevo edificio. Los funcionarios que dentro de unas semanas ocuparán el inmueble podrán ver en la planta baja, en el lateral que da a la oficina de Abanca de Concepción Arenal, la imponente e histórica caja fuerte. Pueden probar e intentar abrirla. Es posible que alguien crea conocer su sistema de apertura. Pero lo mejor es que observen sin más, porque ha resistido el paso del tiempo y a la precisión de los mejores especialistas en este tipo de cajas de seguridad. Pero siempre nos quedará la duda, ¿qué esconde la caja fuerte de Tabacos?
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