Marcos Gago / la voz 06 de marzo de 2014
El pasado mes de diciembre, un niño de nombre Nano Fariña escribió su carta a Papá Noel en dos pliegos de papel, los puso dentro de un sobre y envió la misiva a la siguiente dirección: «Santa Claus, Polo Norte, número uno». Casi tres meses después el cartero dejó ayer en la oficina de Serga, una empresa sanxenxina de administración de comunidades, la misiva con la petición. Ahora, y tras ponerse en contacto con Papá Noel, el gerente de Serga, Santiago Mariño, explicó que Santa Claus dejó el regalo de Nano para que lo pueda recoger en esta oficina de la calle Ourense, número 18, en Sanxenxo.
¿Cómo acabó la carta dirigida al Polo Norte en la villa de Sanxenxo? El sobre empleado por Nano es la clave. El niño parece una persona concienciada con el reciclaje. Reutilizó un sobre blanco, pero con membrete de la gestoría y escribió el destinatario a bolígrafo.
Sin embargo, al poner el remitente, Nano no puso la dirección correctamente y desde Serga no han podido localizarlo. Precisamente por esta razón y porque Santa Claus dejó en esta gestoría sanxenxina el regalo solicitado, Mariño decidió hacer pública esta historia, con la esperanza de que los padres o algún familiar del rapaz lean la noticia y se pongan en contacto con ellos para la entrega del regalo navideño esperado.
La carta dice: «Querido Santa Claus, soy Nano Fariña y quisiera pedirte este regalo. Adiós». Lo firmó y puso el recorte publicitario de una tablet junior. En la segunda hoja añadió: «Querido Santa quiero decirte que se me olvidó pedirte antes un juego de Blancanieves Roja. Un beso» y lo volvió a firmar.
Santiago Mariño indicó que el niño o sus padres pueden pasar por la tienda para recibir el pedido a Papá Noel. El gerente de Serga manifestó que era consciente del retraso en casi tres meses de la entrega, pero comentó que Papá Noel, «como todos sabemos tiene mucho trabajo y a veces los entrega un poquito tarde». El gerente sanxenxino apuntó que la carta les había parecido «simpática» y «curiosa» y que ahora buscaban al pequeño para «satisfacer la ilusión de un niño».
En Serga no tienen ni idea de quién es el remitente, salvo que debe vivir en la ciudad de Pontevedra. Mariño especula con la posibilidad de que su empresa lleve la gestión de la comunidad de vecinos donde vive esta familia y que por eso Nano tuvo acceso a un sobre con membrete de esta compañía sanxenxina procedente del correo habitual de la empresa con sus clientes.
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