Dos vigueses han inventado y patentado el instrumento que liberará a los escolares de la tiranía del sacapuntas. Lo han bautizado como girolina y consiste en un aparato de rosca que sirve para girar con facilidad el lapicero mientras se afila la punta.
Los hermanos Carlos y Jorge Torre, fundadores de la empresa viguesa TT Innova, se dieron cuenta de lo que le cuesta a los niños de tres años afilar sus pinturas o lapiceros. No solo porque a esa edad aún no han desarrollado del todo la psicomotricidad, sino también por que les hace falta fuerza en la mano para hacer girar el lapicero dentro del sacapuntas.
Tras más de un año investigando y probando diferentes diseños, ya han perfilado un producto que afirman será muy novedoso en el mercado.
El curioso artefacto con forma de sol parece la pieza de un juguete infantil. Tiene un orificio en el centro donde encaja la parte trasera del lapicero que se vaya a afilar. Empleando un sencillo movimiento rotatorio, el lapicero gira sobre sí mismo permitiendo que el sacapuntas haga su trabajo prácticamente sin esfuerzo.
La girolina permite además que por más que se gire, nunca se acabe rompiendo la punta, cosa muy común cuando se utiliza la mano para hacer el movimiento. Fabricado sin aristas y con un plástico no tóxico, es apto para un uso infantil. Su forma redondeada impide además que los niños se claven el lapicero, porque este nunca quedará de pie.
Comercialización
Carlos y Jorge Torre ya han presentado su invento a una conocida firma de productos de papelería con franquicias en toda España, que han creído en su idea, y dentro de unos días comenzarán la comercialización a nivel nacional.
La girolina tendrá un coste de entre 2,5 y 3 euros y se fabrica íntegramente en Vigo. En una segunda fase esperan que el producto se pueda vender en otros países europeos. Afirman que su clave es ofrecer productos innovadores que solucionen problemas que se dan en la vida real.
Su laboratorio de ideas continúa trabajando para ofrecer más soluciones de diseño al público infantil, pero por el momento prefieren no decir nada para que a nadie se le ocurra robarles la idea.
La girolina no es el único producto que estos inventores han colocado en el mercado. Hace unos años lanzaron el Help flash, un revolucionario luminoso de emergencia con alimentación autónoma que basta con colocarlo sobre el vehículo para que empiece a funcionar. «Es el mejor producto rotativo a nivel mundial», afirma Carlos Torre, ingeniero, desarrollador del proyecto junto con su hermano Jorge.
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