Efe 29/4/2011
La intención expresada por Supermán en su última aventura de renunciar a su ciudadanía ha disparado las críticas hoy en Estados Unidos contra el icónico superhéroe y la editorial DC Comics a la que se acusa de menospreciar al país.
Las polémicas declaraciones del Hombre de Acero fueron publicadas en la edición número 900 de las historias de Supermán que se puso a la venta el miércoles y no pasó desapercibida para los fans y para los sectores más tradicionales que ven en ese personaje de ficción un abanderado de sus valores nacionales.
«Pretendo hablar en Naciones Unidas mañana e informarles de que renuncio a mi ciudadanía estadounidense. Estoy cansado de que mis acciones se interpreten como instrumentos de la política de EE.UU.», aseguró el superhéroe tras ser recriminado por asistir en el cómic a una manifestación en Irán contra el dirigente Mahmud Ahmadineyad. Las palabras puestas en boca de Supermán por DC Comics fueron calificadas por publicaciones conservadoras como The Weekly Standard como «la mayor tontería que DC Comics podía hacer» al tiempo que se insistió en que lo «único realmente interesante del personaje es su devoción completa a EE.UU que establece sus límites morales».
Algunos seguidores del mítico héroe de ficción expresaron su indignación en Internet, donde comentarios a la noticia en publicaciones como Wired atacaban duramente la decisión de la editorial. «Otro símbolo de la fuerza y la libertad de EE.UU. que cae ante la corrección política», dijo un lector del medio, mientras que otro invitaba a DC Comics a mudarse a China y los había que sugerían que la idea del héroe de origen extraterrestre era convertirse en inmigrante ilegal.
Para la publicista de Hollywood y activista republicana Angie Meyer, esas manifestaciones supusieron «además de una falta de patriotismo y respeto», una «inquietante metáfora del actual estatus económico y de poder que tiene el país en el mundo», comentó a la cadena Fox. Desde DC Comics se argumentó que el plan del personaje a partir de ahora era dar un «enfoque global a su batalla interminable, aunque siempre vaya a estar comprometido con su hogar adoptivo y sus raíces de niño de granja en Kansas».
Según The Hollywood Reporter, detrás de la declaración de intenciones de Supermán está la voluntad de la editorial y de los estudios de cine para consolidar al Hombre de Acero como un personaje trasnacional que atraiga a un mayor número de audiencia y de taquilla en todo el mundo. Resulta significativo que el autor de la historia del número 900 de Supermán y el guionista de la nueva película del héroe («Man of Steel») que se va a empezar a rodar este verano sea la misma persona, David S. Goyer. La historia de Supermán ha estado ligada desde sus inicios en 1938 a EE.UU, con un traje que evoca los colores de la bandera del país y con portadas como una de 1942 que se convertió en un símbolo de su patriotismo en plena Segunda Guerra Mundial, cuando posó con el escudo de las barras y estrellas y un águila en su brazo.
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