L. A.N./A.B. / LA VOZ 8/3/2011
¿Qué trascendencia tiene la política monetaria británica en una villa como Mugardos? Ninguna hasta hace un par de días, pues la cadena pública BBC ha reabierto el debate sobre la adhesión del Reino Unido a la zona euro, y por el medio ha metido a los comerciantes de la localidad. Se hace eco, para ello, de la campaña recientemente lanzada por la asociación de vendedores Portomagno, que consiste en recoger pesetas como pago por las compras de sus clientes. Una medida ideada para potenciar el comercio local a la par que los vecinos tienen una nueva oportunidad para deshacerse de esas monedas y billetes que tenían ya olvidados.
Pero el enfoque inglés es bien distinto. Como se puede apreciar en la noticia firmada por la redactora Sarah Rainsford y desplegada en la página web de la BBC (British Broadcasting Corporation), «Un pueblo español vuelve a usar pesetas para impulsar la economía». Hasta ese punto, todo parece correcto. No obstante, al fondo de la noticia se abre un extenso debate en el que no faltan soflamas de internautas ingleses del tipo de «Well done Mugardos, stuff the euro», que, traducido al español, en lenguaje vulgar, transmite algo así como «a la porra» con la moneda común.
Sorprendido de esa interpretación se mostraba ayer el alcalde de la villa, el nacionalista Xosé Fernández Barcia. Pues, que se hable de Mugardos por el mundo adelante, «é algo moi positivo», pero no cabe discusión sobre la vigencia o no del euro. «Efectivamente, pode haber ese debate noutros sitios. Pero nós estamos mellor na unidade monetaria europea».
La pregunta ya surgió, explica Fernández Barcia, en las múltiples entrevistas y declaraciones que le pidieron a colación de la campaña de la asociación Portomagno: «Que se botaba de menos a peseta», dice. Y la respuesta fue negativa. Pues la única pega que le pone a la moneda es «que subeu moitísimo o índice de prezos polo redondeo».
En cuanto a la campaña, que anunciaba La Voz con un reportaje publicado el pasado día 3 de marzo en páginas generales, «está tendo moi boa aceptación». De hecho, en la información de la BBC se recoge el testimonio de un vecino que se deshizo, por esta vía, de un billete de 10.000 pesetas y, prosigue, «he is now the happy owner of a sandwich toaster». Vamos, que se compró una tostadora con una divisa que nunca pensó que pudiera convertir. Pues el euro se introdujo en enero del 2002 en el país. Y hoy en día solo es posible canjear las antiguas pesetas en el Banco de España.
El peso de la crisis, el paro y el cierre de negocios, se hace eco la BBC, fueron el detonante de esta iniciativa que se prolongará durante todo el mes de marzo. Aunque hay personas, como el alcalde, que aún seguirán guardando pesetas, «pero de colección». Otras, a varios miles de kilómetros, se llevan el debate a su terreno y opinan que «es una iniciativa excelente para demostrar que el euro ha fallado». Y un tercer grupo apuesta por que el Gobierno facilite el cambio «sin desplazarse a ese pequeño pueblo del norte de España».
No hay comentarios:
Publicar un comentario