El título fortalece un género que pisa fuerte y que rompe estereotipos
Olalla Sánchez, 15/12/2017
Había una vez dos mujeres italianas (la periodista Elena Favilli y la directora de teatro y escritora Francesca Cavallo) que soñaron con alentar a niñas de todo el mundo a tener confianza y a dejarse llevar por sus sueños, sin límites ni barreras. Y lo lograron.
La historia de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, un atrevido y acertado título, nace a partir de la creación en el 2011 de una de las primeras revistas infantiles para iPad. Sus suscriptores recibían también un boletín semanal con historias de mujeres pioneras. Unos relatos que eran acompañados en Facebook de la página «Rebel Girls» donde se publicaban vídeos que cuestionaban la pobre representación femenina en los libros infantiles.
Ante el entusiasmo lector, las italianas decidieron editar por sí mismas una obra ilustrada sobre mujeres ejemplares. Lanzaron una campaña y en unos meses rebasaron la suma de 1,28 millones de dólares, logrando que su libro fuese el de mayor recaudación en la historia del micromecenazgo.
El título, convertido ya en un superventas (en EE.UU. se publicó en noviembre su segunda parte, que llegará a España en el 2018), se compone de cien biografías cortas, narradas al estilo de las fábulas tradicionales («había una vez...») pero cuyas heroínas son mujeres reales, de todos los tiempos, condiciones y países, que marcaron el camino para que otras puedan romper barreras. Entre sus páginas lucen hazañas de reinas, políticas o escritoras conocidas, pero también, y en ello reside uno de sus ganchos, de personas anónimas y actuales, como la niña transexual que ganó la batalla contra la discriminación en Estados Unidos o la menor afgana que escapó de un matrimonio forzoso gracias al rap y a un vídeo viral.
Género en alza
Las autoras, que rescatan a espías, surfistas, boxeadoras, tatuadoras, levantadoras de pesas, pilotos de fórmula 1 o piratas (no hay ninguna española), no solo apuestan por mujeres que vivieron felices para siempre. Tampoco huyen de perfiles controvertidos como el de Margaret Thatcher o Hillary Clinton. Censuran que se exija a las mujeres ser impecables para poder ser recordadas.
El fuerte proyecto literario, que se hilvana a partir de textos accesibles y ágiles, que esconden (o no) moraleja, ha puesto de acuerdo a críticos, lectores, educadores y feministas. Con él se fortalece, además, una corriente infantil que suma cada vez más títulos: la de los libros que huyen de modelos de fábula para ensalzar a nombres reales. Mujeres de ciencia (Nórdica), un álbum ilustrado sobre 50 pioneras cuyas aportaciones fueron minimizadas en su tiempo, es solo otra de las apuestas que durante estas Navidades terminarán en muchas mesillas de noche. Las niñas rebeldes no están solas.
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