Pablo Portabales 8/5/2011
Falta menos de una semana para el festival de Eurovisión más gallego de la historia. El certamen del 2011 será recordado por el Que me quiten lo bailao de nuestra Lucía Pérez. La chica de O Incio va a lograr que esté pendiente del concurso, algo que, en mi caso, no sucedía desde los tiempos de Rosa la de OT. Pero hay ciudadanos, no muchos, que son auténticos fans del festival. Es el caso de Miguel Fernández García, un ourensano de 39 años residente en Coruña y que trabaja como instalador de cable de R.
Desde la semana pasada ya está en Dusseldorf, donde Lucía cantará el sábado 14 de mayo. «Con este es mi noveno festival», comenta desde la localidad alemana. «Estoy soltero y vivo en casa de mis padres y eso me permite ahorrar durante todo el año un dinero con el que puedo viajar a la ciudad que sea. Las vacaciones las cojo en función de Eurovisión», relata como si nada. Dice que la afición le viene desde pequeño, de aquella noche en la que Betty Missiego quedó segunda clasificada con Su canción. Yo también recuerdo a aquellos cuatro niños que rodeaban a la artista cantando «la la la la la la la la la la» pero no me produjo un impacto tan fuerte como a Miguel. «Alguna vez me llamaron friki, pero hay tantas cosas por las que te pueden considerar como tal...
Lo que sí es cierto es que soy heterosexual y eso me hace original porque hay mucha presencia homosexual en torno al certamen, y no lo digo por nada negativo», precisa. Pertenece a la Asociación General de Fans de Eurovisión, con lo que año tras año consigue una acreditación para acceder al recinto donde cantan los artistas. «Pero este año me quedé sin ella por temas de cupo y estoy esperando a que llegue la delegación española para ver si consigo hacerme con una», comenta. En el 2002 estuvo en Estonia con Rosa, en el 2003 con Beth en Riga, la capital de Letonia. Tras un año de ausencia en el 2005 apoyó al grupo Son de Sol en Kiev, en Atenas a las Ketchup, a D?Nash en Helsinki y en el 2008 a Rodolfo Chikilicuatre en Belgrado. Los dos últimos años tampoco faltó a su cita eurovisiva, con Soraya en Moscú y en Oslo con Daniel Diges y su Algo pequeñito. Dice que el noveno festival va a ser especial por haber una representante gallega por España aunque recuerda que la primera fue Verónica Codesal, que en el 2003 representó a Bélgica formando parte del grupo Urban Trad.
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