M. Vázquez / LA VOZ 26/1/2011
El funcionamiento de los servicios públicos en la oficina del DNI de la comisaría de Ourense está dando mucho que hablar. Si hace dos semanas un sindicato policial denunciaba que el recinto al que acuden cada día decenas de personas para realizar su carné o pasaporte carecía de baños, la central ha vuelto ahora a poner el grito en el cielo tras conocer la solución por la que ha optado la dirección policial para evitar los aprietos del personal.
Y es que, desde el pasado 21 de enero, los funcionarios que trabajan en la oficina deben comprobar los antecedentes penales de los ciudadanos antes de decidir si los dejan o no pasar al baño.
Existe un motivo para tanta precaución. Los baños que se han habilitado para los ciudadanos no están situados en el mismo espacio, sino en otro contiguo que se encuentra ya en el interior del edificio policial. El uso indiscriminado de este espacio podría provocar un incesante ir y venir de ciudadanos, quien sabe con qué intenciones, dentro de un inmueble en el que la seguridad es objetivo prioritario.
«Consideramos que se trata de una medida totalmente inmoral, porque la mayor parte de los que acuden a diario a esos baños son personas mayores o niños», apuntan desde el Sindicato Unificado de Policía, que considera un despropósito la decisión. «Lo más lógico es que los baños estén en la propia oficina, como antaño», aseguran.
Por ahora, a los funcionarios les tocará tirar de archivos policiales cada vez que un ciudadano sugiera aquello de «¿dónde están los baños?». En lugar de contestar con el socorrido «al fondo a la derecha», los agentes tendrán que pedir el carné, si es que lo tiene, al usuario. Y más vale que no sea nada urgente.
Debe quedar feo que te lleven la cartera mientras estás indefenso, y encima, en la comisaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario