El «fidget spinner» arrasa en Galicia

Creado en EE.UU., donde hay colegios que lo prohíben, es una nueva peonza que nada tiene que ver con Internet

Carmo López / LA VOZ, 10/05/2017

Tiene forma de nave espacial. Los dedos corazón y anular lo sujetan por el centro del que parten tres brazos con extremos redondeados que también dan vueltas. Con un pequeño impulso empieza a girar y las extremidades metálicas acaban difuminándose con la inercia en formas que dependen únicamente de la velocidad que alcance, del color y del diseño de cada uno de esos aparatos. Es el fidget spinner, el nuevo juego de moda que ahora arrasa en Galicia entre los niños. Apodada en España como la nueva peonza, es un instrumento que aunque nada tiene que ver con Internet o con aplicaciones para el smarthphone, engancha. En Estados Unidos, donde lo usan desde hace tiempo, algunos colegios lo han prohibido. ¿Por qué? Porque como explica la consejera escolar norteamericana Jennifer Horns a la BBC, resulta insoportable cuando estos no dejan de usarlo en todo momento y no prestan atención alguna a la clase. Por contra, hay los que opinan que favorece la concentración y, de hecho, llegó a usarse para niños con déficit de atención (TDH).

En Galicia ha desembarcado de la mano de los bazares chinos. «Aquí lo puedes comprar por Amazon, pero es más caro. En el chino antes valía dos euros, pero ahora lo han subido a diez». La explicación la da un gallego experto en el manejo del spinner que, a sus trece años, sabe que hay tantos precios como modelos puedes encontrar por Internet. «Hay uno que tiene diamantes», dice. 

Diferentes modelos

En uno de esos establecimientos de A Coruña, estos juguetes están al principio de la tienda, justo donde la mirada queda clavada al entrar. Hay varios modelos con un coste diferente. Depende de que tenga o no luces, de los personajes que vengan impresos... Hacerse con el más moderno forma también parte de la competición en el patio del colegio o en el parque.

Pero no solo eso. Hace un mes que el spinner ha pasado a formar parte de los juegos que guarda el Museo Etnolúdico de Galicia, Melga, ubicado en el concello de Ponteceso. «Atopeino en Madrid fara como un mes -apunta Ricardo Pérez, director del centro- e nada máis velo merqueino». Este educador explica que «é un xogo máis que responde a unha moda que probablemente pase pronto, como calquera outra». Y por qué a su juicio causa tanto furor: «Porque non é nada complicado de manexar».

Moda o no, la verdad es que el juguete arrasa, tanto que en Europa sus ventas se han disparado un 158 % en la última semana de abril, según los datos de idealo.es. Pero su creadora, una madre de Florida llamada Catherine Hettinger no ha visto ningún beneficio más que, como explicó al diario británico The Guardian, la recompensa de saber que tanta gente está disfrutando de su invento

Fue en 1990 cuando la enfermedad muscular que padecía su hija pequeña (ahora tiene 30 años) la llevó a idear un aparato con el que pudiera ejercitar sus dedos. Entonces la mujer patentó el juguete, pero aquellos derechos caducaron en el 2005. Para poder renovarla debía de pagar unos 400 dólares, cantidad que entonces no tenía porque el artilugio no había tenido, ni de lejos, la fama adquirida ahora, más de una década después. Habrá que ver cuánto dura. De momento, arrasa. En Galicia, también.