Javier Armesto / La Voz 12 de septiembre de 2012
La Universidad de Tsinghua de Pekín acoge hasta el 10 de octubre la exposición «Bravos», dedicada al diseño español. Una de las piezas que más éxito está teniendo es el florero Chapapote, realizado con restos de petróleo recogido en las costas de Galicia tras el accidente del Prestige. Se trata de una obra del catalán Curro Claret (Barcelona, 1968), con la que pretende mostrar las posibilidades del reciclaje, a la vez que hacer una denuncia sobre la contaminación ambiental. El autor quiere hacer hincapié en cómo una sustancia tóxica que causó la muerte de numerosos peces, aves y organismos marinos puede transformarse en un objeto para mantener viva una flor.
Claret incluye la singular pieza en una serie de trabajos bajo el epígrafe «Caca», entre los que también figuran una bolsa de basura de viaje, para que el visitante pueda llevarse los residuos que genera a su país de origen; o un trofeo para unos premios de teatro inspirado en la costumbre que tienen los actores de decir «mucha mierda» para desearse suerte.
La muestra «Bravos», organizada con la colaboración de la Embajada de España en China, recoge el trabajo de 21 diseñadores españoles, entre los que figuran nombres de prestigio como Patricia Urquiola, Nacho Carbonell, Martín Azua o el colectivo Cul de Sac.
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