T. L./ J. V. L. / La Voz 02 de septiembre de 2012
Muchiña, la gata del laxense Manuel Durán Paredes, se ha convertido en la salvadora de dos perros de raza beagle a los que amamanta desde que Linda, la madre de los cachorros, decidió abandonarlos nada más nacer.
Manuel, gran aficionado a la caza y amante de los animales, tuvo que ingresar en el hospital por un problema cardíaco. Al regresar a su casa se topó con una camada de perros y otra de gatos, con media docena de retoños cada una. De los felinos solo se salvó uno, el resto murieron por causas naturales, mientras que los canes también fueron desapareciendo, pero, en su caso, porque les faltaba el alimento. Quedaron Johnny, de quien su propietario espera sacar un excelente cazador, y su hermano, todavía por bautizar, ya que lo ha comprado otro criador de Oviedo que piensa venir en breve a Laxe para recogerlo.
Los supervivientes, ante el desprecio materno, optaron por acurrucarse con Muchiña, que los acogió como propios y los tiene integrados junto a su hijo biológico en este más que curioso hogar.
Dado que la demanda de leche de los cachorros es excesiva para las capacidades de la gata, Manuel le complementa el pienso con bistecs y todo hace pensar que saldrán adelante. Por contra, Linda ahora parece que ha entrado en razón y no para de ladrar desde la caseta reclamando a su prole, pero Johnny y su hermano prefieren ya a su nueva familia.
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