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domingo, 30 de julio de 2017

El semen de los gallegos sigue siendo de los de mayor calidad de España

Menos espermatozoides y de peor calidad, los químicos tienen la culpa
Mateo Casal Carro R. R., 30/07/2017
M. MORALEJO
El hombre occidental está en declive. Sus espermatozoides son cada vez menos y más perezosos. Según revela un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicado esta semana, entre el 1993 y el 2011 la concentración media pasó de 99 millones por mililitro de esperma por muestra a 47 millones. Un descenso de más de la mitad. El trabajo no es más que la constatación de otros precedentes que, de forma inexorable, apuntan en la misma dirección. Por ello, la OMS, «adaptándose a los tiempos», estableció en el 2010 como normal 15 millones de espermatozoides por eyaculado, reduciendo considerablemente la media.
La calidad del semen
Los especialistas coinciden en el diagnóstico y, desde hace algún tiempo, también en la causa. Todo afecta: el estrés, el tabaco... pero, sobre todo, la contaminación química. Así lo concluyó un estudio realizado durante diez años por el Instituto Marqués de Fertilidad y el CSIC. La clave radica en los disruptores endocrinos o estrogénicos, unas sustancias químicas que alteran el sistema hormonal y que actúan como hormonas femeninas.
En los países occidentales su presencia es clara, al contrario que otras zonas como Asia, América Latina o África. En España sucede lo mismo. Los gallegos, al no poseer grandes polos de la industria química, gozan de semen de calidad y cantidad y se colocan a la cabeza a nivel nacional, según reveló el citado estudio. Pero zonas industrialmente desarrolladas como Cataluña o País Vasco sufren la presencia de residuos químicos que contaminan los alimentos y dañan el esperma.
«Las mujeres que ingieren estas sustancias transmiten durante el embarazo esta contaminación al feto y pasa a los testículos», explica Juan G. Álvarez, responsable de la clínica Androgén, profesor coruñés de Biología Reproductiva en la Universidad de Harvard y coautor del estudio. «Estos testículos están destinados a tener una producción espermática más baja», explica.
Leche materna
Los productos químicos se acumulan en la grasa materna y en las mamas. «Se demostró en la leche materna de las mujeres de A Coruña, que tenían menos disruptores endocrinos que las de Barcelona», dice el doctor Álvarez. Y si la leche materna está contaminada, también lo estará la sangre, la placenta y el futuro niño.
La también coruñesa Marisa López-Teijón, directora del estudio del Instituto Marqués, profundiza en el tema. La industria petroquímica ha hecho estragos en el esperma de la población de Tarragona. Dentro de su labor pericial en base a las denuncias realizadas, enuncia: «Los varones que trabajan en la petroquímica tienen el semen normal. Son los hijos de las madres que viven en ese entorno los que lo tienen mal», cuenta. Por ello es evidente que la calidad de los espermatozoides es mucho peor en los jóvenes que en los mayores. Y no solo eso, en esta zona hay más abortos, esterilidad, niños con malformaciones genitales..., incluso cánceres de testículos. En Galicia, el porcentaje de niños que nacen con malformaciones genitales es del 1,1 %. En Cataluña, corrobora la doctora López-Teijón, está en un 7 %.
«Que hacen falta más estudios es una frase que utilizan siempre todos los científicos, un vocablo como toque de humildad. Pero eso no es verdad, esto está más que demostrado y hay que pasar a la fase de tomar medidas», afirma la doctora López-Teijón. A la espera de políticas globales -aún muy lejanas- que limiten estos químicos, poco se puede hacer. «A las mujeres de Cataluña, qué les voy a decir... ¡venid a Coruña!», cuenta Juan G. Álvarez entre risas.
Futuro indeciso
La producción de esperma está de capa caída. Pese a ello, no hay que alarmarse: se está muy lejos de que los varones españoles no pueden procrear. «Qué va. Con un eyaculado 'malo' ya hay diez millones de espermatozoides. Imagínate para lo que nos da», afirma quitando hierro al asunto. «Los que nos dedicados a la reproducción cada vez lo hacemos mejor ¿Que si es grave? No sé que decirte», dice López-Teijón. Por tanto, de ahí a decir que se va a derivar en la extinción es precipitado. Según Luis Zamora, médico coruñés de la clínica Barcelona IVF: «Son más titulares que otra cosa».

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