Jan Petter / Reuters 2/1/2012
El año nuevo sorprendió a los habitantes de la
localidad noruega de Kvaenes con un regalo inesperado. Veinte toneladas
de arenques muertos, cubriendo la playa con un tupido manto de peces,
que aparecieron sin motivo aparente y que tienen intrigados a los
expertos ecologistas del país. Según los medios noruegos, existe la
posibilidad de que un predador de esta especie los asustase y los
arenques se quedasen atrapados.
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