la voz 14 de agosto de 2012
Un viñedo francés se ha convertido en el primer ser vivo clasificado como monumento histórico. Las viñas de la bodega familiar Pédebernade en la región de Gers, en el suroeste de Francia, fueron las únicas supervivientes de la gran plaga de filoxera, que acabó con los viñedos del continente europeo en el siglo XIX. Las viñas de Gers tienen 20 tipos diferentes de uva, entre las que se encuentran siete variedades desconocidas en el resto del mundo. El gobierno local dijo que la elección se debe por ser un ejemplo de «biodiversidad y patrimonio genético».
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