E. Mouzo, M. Vidal / La VOZ 29/11/2011
Un indigente apareció muerto ayer a la entrada del portal del inmueble número 48 de la céntrica calle comercial de San Andrés, en A Coruña. Desde la Policía Nacional señalaron que en el cuerpo del hombre no existen signos externos de violencia, por lo que, a la espera del resultado de la autopsia, fuentes próximas a la investigación señalaron que el hombre pudo morir durante la madrugada, «y muy posiblemente de frío, debido a las bajas temperaturas que se registraron durante toda la noche», cuando los valores mínimos llegaron a quedarse en unos seis grados.
El cuerpo hallado corresponde a un hombre no muy alto, de pelo negro y, aproximadamente, de unos sesenta años de edad, informaron las mismas fuentes. También indicaron que ni en sus ropas, ni en una bolsa de viaje, ni en una riñonera, que aparecieron al lado del cadáver, se encontró algún documento que pudiese revelar la identidad de la persona fallecida.
El hallazgo lo hizo un viandante sobre las dos de la tarde, momento en que alertó a los servicios de emergencia. «Esta persona se alarmó al ver que a esa hora aún estaba esta persona acostada en el portal», señalaron estas fuentes. Se acercó al fallecido, que estaba encogido dentro de un saco de dormir azul, «y vio que tenía una mano fuera, con un color muy pálido y que estaba rígida, lo que le hizo sospechar que estaba muerto», subrayaron.
Hasta el lugar se desplazaron de inmediato varias patrullas del Cuerpo Nacional de Policía. Casi al mismo tiempo lo hizo una ambulancia. Pero los técnicos sanitarios que viajaban en el vehículo médico tan solo pudieron comprobar que el hombre estaba muerto. El cadáver fue levantado sobre las 16.15 horas y trasladado a los túmulos del Hospital A Coruña.
Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía desplazados a San Andrés trataron de conocer la identidad del fallecido consultando a varios vecinos de la zona, «pero nadie les supo decir de quién se trataba».
Falta de ayuda
Los residentes de esta céntrica calle coruñesa tampoco mostraron su extrañeza por el hallazgo del cadáver: «Cada día son más las personas que utilizan los portales de esta calle para dormir. Es una auténtica pena lo que está ocurriendo». También manifestaron que la mayoría «tienen adicciones que los van mermando día a día». Aseguran que han puesto los hechos en conocimiento de las autoridades «pero nadie hace nada», subrayaron.
Y a esto le llaman mundo desarrollado y "calidad de vida".
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