Etiquetas

Hay gente para todo (1132) Documentos (1043) ambiente (576) Tecnología (474) Música (360) Ciencia (329) Animales (270) Informática (189) Música para una cuarentena (86) Bicicleta (64) Humor (53) cocina (38) de viaje (22) Fotografía (19) Historia (18) Chapuzas (17) Opinión (11) arquitectura (9) Arte (8) Salud (8) Retro (4)

Panorama

Otras formas de ver el blog

Otras formas de ver el BLOG: TIMESLIDE / MOSAIC / FLIPCARD / SNAPSHOT

viernes, 13 de noviembre de 2009

A «Quinín» no le ha llegado todavía su San Martiño

El cerdo de Dumbría vive ahora en el municipio coruñés de Carral y su cuidador espera que muera de viejo
Juan Torreiro 13/11/2009
El dicho «A todo cerdo le llega su San Martiño» tiene su excepción y vive en el concello coruñés de Carral. Allí sigue Quinín, posiblemente el cocho más famoso de Galicia, que a pesar de sus más de 250 kilos de peso se ha librado por segundo año de convertirse en el protagonista de un día de matanza. Un benefactor coruñés se apiadó de Quinín el año pasado y decidió indultarlo tras previo pago de 3.000 euros, buscándole un retiro de lujo en una finca de más de 4.000 metros cuadrados en Carral, gracias a una gestión del alcalde, José Luis Fernández Mouriño.
Ahora Quinín está al cuidado de Pedro Castro, un vecino que visita al puerco «os 365 días do ano» y se encarga de darle de comer «unha vez ao día», además de que «os veciños tamén lle deixan algún regaliño de vez en cando», comenta el cuidador, que siempre revisa «as bolsas para saber o que come».
Quinín sabe muy bien que lo alimenta, y mientras Pedro le sirve el almuerzo en un balde, el cerdo no para de sobarlo. «É como unha sucursal de Sogama», exclama el cuidador, por todos los residuos orgánicos que engulle el puerco.
«Ai..., que desperdicio de cocho», comenta una vecina que pasa con la compra. «É unha lástima non sacarlle proveito a este bicho», dice muy convencida. Pedro Castro ni se le pasa por la cabeza -«nin se me ocorrería comelo, este cocho morrerá de vello»-, aunque uno piense de forma egoísta en los jamones, chorizos y en el raxo que podría salir de este pedazo de animal.
El cuidador no deja de hablar mientras acaricia el lomo del cerdo y describe sus rutinas dentro de la finca, «onde ten liberdade para facer o que lle dá a gana».
Hacía tiempo que no teníamos noticias de él. Nos temíamos lo peor, sobre todo en este mes de Noviembre, pero no. ¡Felicidades!, Quinín.

No hay comentarios: