Por qué orinar en el mar no es malo

La Sociedad Estadounidense de Química asegura que miccionar en el océano es totalmente admisible y correcto

LA VOZ   20 de agosto de 2014

Mala costumbre o porquería, así nos lo han definido durante años. Aunque habría que hacer un «que tire la primera piedra quien no lo haya hecho», lo cierto es que todo el mundo -o casi todo el mundo- parecía coincidir en queorinar en el mar no era un habito para transmitir de padres a hijos. Más bien, todo lo contrario.

Sin embargo, un vídeo publicado por la Sociedad Estadounidense de Química basado en un artículo del 2013 de la periodista Lauren Wolf, y recogido por The Huffington Post, tira por la borda todos los prejuicios que podríamos guardar en nuestro subconsciente sobre usar el mar como un auténtico cuarto de baño. Para ellos, es totalmente aceptable y correcto orinar en el mar, y no hay nada malo en ello. Caso aparte se merecen las piscinas, donde está prácticamente prohibido. Y lo mismo sucede en las áreas marinas protegidas.

Según esta grabación, con un marcado carácter educacional, asegura que el 95 % de la orina humana es agua, mientras que el 5 % restante es sodio y cloruro, sustancias que no significan ninguna amenaza para el mar y sus habitantes. «La orina es un producto inofensivo y se diluye rápidamente en cuestión de minutos. En el océano hay cosas más peligrosas de las que preocuparte», explica el bioquímico Stuart Jones.

De esta forma, aunque todo el mundo orinase en el Atlántico, unos siete billones de personas, solo equivaldrían a 60 litros por cada billón. Una cifra muy desdeñable si lo comparamos con la cantidad de agua que encierra este océano: 350 quintillones de litros, es decir, que a 350 lo hay que acompañar nada más, ni nada menos, que 18 ceros detrás.

Si estos datos no son suficientes, la Sociedad Estadounidense de Química también aporta otra cifra. Y es que los humanos no somos los únicos que orinamos en el mar. La fauna marina también lo hace. Solo una ballena orina al día 250 litros, y con unas cantidades de sodio y cloruro 23 veces más alta que los humanos.

Tras todas estas aportaciones científicas, parece que ya no hay nada que nos haga sentir culpables para no orinar en el mar. ¿O sí?