El GPS jugó una mala pasada al conductor de un tráiler en Ribeira

El chófer se metió por una estrecha y empinada calle del barrio de DeánA. GERPE / la voz 23 de agosto de 2014

Difícilmente podrá olvidar un camionero navarro la experiencia que ayer vivió en el barrio ribeirense de Deán. Menos mal que la calle en la que su tráiler quedó parcialmente encajonado es la de Os Remedios y puede que no fuera casual, porque entre los vecinos, Policía Local y grupo de emergencias lograron, después de más de una hora de deliberaciones y maniobras, que el camión retomara la buena senda, regresara a la avenida de Ferrol y enfilase correctamente el camino hacia una instalación frigorífica ubicada en las proximidades, que era su verdadero destino. Un GPS en el que no figuran los cambios en las denominaciones de las calles efectuados en los últimos años y el desconocimiento de la zona jugaron una mala pasada al chófer.

Al final, cuando el tráiler se situó de nuevo sobre el pavimento de la AC-550, sonaron los aplausos. Todo había salido bien.

Guiado por el GPS, el conductor cogió el acceso que no era y se vio metido con su gran camión en una calle estrecha y empinada. Pronto encontró la colaboración de los vecinos que, pese a que eran las dos de la tarde, salieron a la calle para echar una mano. Entre el grupo de ciudadanos se encontraban un chófer y la mujer de otro que, además, durante años trabajó, precisamente, ayudando a camiones de igual o mayor porte en las maniobras.

La ayuda de un tractor

Con la ayuda de un tractor, se logró que el tráiler subiera la cuesta. La operación no era complicada y los hombres que estaban al mando se mostraban muy seguros, bastante menos lo estaba el conductor que no ocultaba su nerviosismo. El mayor temor, que las cuerdas empleadas para amarrar el camión se rompieran al hacer fuerza.

Superado el primer obstáculo llegó el segundo: ¿cuál era la mejor manera de que el vehículo regresase a la AC-550? Durante varios minutos se analizó la posibilidad de que intentase girar en los estrechos caminos de Os Remedios para salir de frente a la AC-550. Cada uno aportaba una idea, ya que otros apuntaban que la única manera era poner recto el camión para ir marcha atrás hacia la carretera. Hasta se formó un gabinete de expertos para determinar la alternativa más idónea.

El reloj marcaba ya las tres de la tarde y se tomó la decisión: tenía que ser marcha atrás. Policías y vecinos ayudaron al chófer, que no dejaba de bajar y subirse del camión, para que las maniobras se realizasen a su debido tiempo y en su justa medida.

La Policía Local se encargó de cortar el tráfico en la avenida de Ferrol y, tan campante, el vehículo pudo salir sin dañar ni paredes ni muros de las casas que se encuentran a ambas márgenes de la estrecha calle.

Cuando todo acabó afloró la sonrisa en la cara del navarro y entre los asistentes reinaba el júbilo, como si fuese día de fiesta.