EFE - Bruselas - 08/12/2008
Los países de la UE han aprobado hoy la retirada gradual de las bombillas incandescentes de más de 100 vatios de potencia a partir de 2009 hasta su desaparición total en 2012, tal como había propuesto la Comisión Europea (CE). El Ejecutivo comunitario calcula que el cambio hacia dispositivos de iluminación eficientes supondrá un ahorro de casi 40 teravatios hora (equivalente al consumo de Rumania o al de once millones de hogares europeos) y un recorte de las emisiones de dióxido de carbono de quince millones de toneladas.
En términos económicos, la sustitución de bombillas supondrá al año un ahorro de hasta 50 euros por hogar o de entre 5.000 y 10.000 millones de euros en toda la UE, "dinero que podrá destinarse a otros fines", ha destacado el comisario europeo de Energía, Andris ebalgs, en una rueda de prensa. Según las organizaciones ecologistas, el consumo de bombillas incandescentes es de tres a cinco veces superior al de las eficientes. Su sustitución contribuirá a la reducción del consumo de energía en iluminación en un 60%, lo que equivale a unos 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
El comité de expertos de países de la UE que ha tomado esta decisión ha tenido en cuenta desde las expectativas del consumidor y los riesgos para la salud hasta que la retirada se haga de manera gradual para dar un tiempo de adaptación a los fabricantes. Los onsumidores aún tendrán la posibilidad de elegir entre bombillas fluorescentes compactas de larga duración (las que producen mayor ahorro, un 75%) o halógenas equivalentes a las incandescentes en la calidad de iluminación, pero que suponen un ahorro de entre un 25 y un 50%.
El Ejecutivo comunitario informará ahora al Parlamento Europeo y prevé adoptar formalmente la medida en marzo de 2009.
Buena y lúcida idea.
En términos económicos, la sustitución de bombillas supondrá al año un ahorro de hasta 50 euros por hogar o de entre 5.000 y 10.000 millones de euros en toda la UE, "dinero que podrá destinarse a otros fines", ha destacado el comisario europeo de Energía, Andris ebalgs, en una rueda de prensa. Según las organizaciones ecologistas, el consumo de bombillas incandescentes es de tres a cinco veces superior al de las eficientes. Su sustitución contribuirá a la reducción del consumo de energía en iluminación en un 60%, lo que equivale a unos 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
El comité de expertos de países de la UE que ha tomado esta decisión ha tenido en cuenta desde las expectativas del consumidor y los riesgos para la salud hasta que la retirada se haga de manera gradual para dar un tiempo de adaptación a los fabricantes. Los onsumidores aún tendrán la posibilidad de elegir entre bombillas fluorescentes compactas de larga duración (las que producen mayor ahorro, un 75%) o halógenas equivalentes a las incandescentes en la calidad de iluminación, pero que suponen un ahorro de entre un 25 y un 50%.
El Ejecutivo comunitario informará ahora al Parlamento Europeo y prevé adoptar formalmente la medida en marzo de 2009.
Buena y lúcida idea.
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