9/12/2008
La asociación que agrupa a los fabricantes europeos de piensos, la Fefac, señaló ayer que la contaminación en Irlanda de carne de cerdo con dioxinas se debe a la falta de control en el reciclaje de aceites y de otros desechos para alimentar a los animales. Las autoridades irlandesas y comunitarias sospechan que los animales se infectaron a través del pienso que comieron por contener dioxinas, compuestos químicos obtenidos de procesos de combustión que implican al cloro.
La Fefac ha asegurado en un comunicado que «en este caso de contaminación no se trata de alimentos compuestos obtenidos de la producción comercial».
Esta federación ha atribuido el problema a los operadores encargados de reciclar los desechos animales que luego son destinados al sustento del ganado. La federación insistió en que el uso de aceites como combustible para la deshidratación directa en las fábricas de reciclaje de desechos animales es la causa más probable como fuente de contaminación por dioxinas desde 1998.
«Este incidente es muy lamentable porque podría haberse evitado si la fábrica de reciclaje de restos animales hubiera cumplido» las reglas de control de puntos críticos de la Unión Europea (UE), que vigila todas las fases de la cadena alimentaria, según el presidente de Fefac, Pedro Correa de Barros.
La misma persona reclamó que haya un mayor control en las empresas que reciclan los desperdicios de alimentos para usarlos después como piensos: «Las autoridades deben vigilar que los aficionados no expongan a todo un sector [las industrias de piensos] a un riesgo».
Correa de Barros también pidió que se mantenga la prohibición del uso de desechos de cocina en la alimentación animal.
Según la Fefac, el 90% de los alimentos para animales producidos en la UE (150 millones de toneladas al año) se fabrican siguiendo las exigencias oficiales previstas en la Guía Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales.
Cada año, volvemos con lo mismo, sólo cambia el animal: pollos, vacas, corderos ....
La Fefac ha asegurado en un comunicado que «en este caso de contaminación no se trata de alimentos compuestos obtenidos de la producción comercial».
Esta federación ha atribuido el problema a los operadores encargados de reciclar los desechos animales que luego son destinados al sustento del ganado. La federación insistió en que el uso de aceites como combustible para la deshidratación directa en las fábricas de reciclaje de desechos animales es la causa más probable como fuente de contaminación por dioxinas desde 1998.
«Este incidente es muy lamentable porque podría haberse evitado si la fábrica de reciclaje de restos animales hubiera cumplido» las reglas de control de puntos críticos de la Unión Europea (UE), que vigila todas las fases de la cadena alimentaria, según el presidente de Fefac, Pedro Correa de Barros.
La misma persona reclamó que haya un mayor control en las empresas que reciclan los desperdicios de alimentos para usarlos después como piensos: «Las autoridades deben vigilar que los aficionados no expongan a todo un sector [las industrias de piensos] a un riesgo».
Correa de Barros también pidió que se mantenga la prohibición del uso de desechos de cocina en la alimentación animal.
Según la Fefac, el 90% de los alimentos para animales producidos en la UE (150 millones de toneladas al año) se fabrican siguiendo las exigencias oficiales previstas en la Guía Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales.
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