Etiquetas

Hay gente para todo (1132) Documentos (1043) ambiente (574) Tecnología (474) Música (360) Ciencia (329) Animales (270) Informática (189) Música para una cuarentena (86) Bicicleta (64) Humor (53) cocina (38) de viaje (22) Fotografía (19) Historia (18) Chapuzas (17) Opinión (11) arquitectura (9) Arte (8) Salud (8) Retro (4)

Panorama

Otras formas de ver el blog

Otras formas de ver el BLOG: TIMESLIDE / MOSAIC / FLIPCARD / SNAPSHOT

lunes, 2 de abril de 2018

Hacerse «youtuber» a los ochenta

Juan O Choio se ha introducido en la Red de la mano de su nieto para dar a los jóvenes auténticas lecciones de vida
Marta Gómez / LA VOZ, 02/04/2018
CARMELA QUEIJEIRO
Posiblemente Juan Frieiro, más conocido por sus vecinos de Rianxo (y ahora también por sus seguidores en la Red) como Juan O Choio, nunca se imaginó hacerse famoso con los 80 años ya cumplidos. Sin embargo, en ese camino está porque, a estas alturas de su vida, se ha hecho youtuber y algunos de sus vídeos acumulan ya más de un millar de visualizaciones. En ellos habla de la vida como es y alecciona a los jóvenes y a los mayores sobre cuestiones fundamentales que sirven, sobre todo, para sortear el abismo generacional que los separa a unos y a otros.
«Coa idade miña, á conta dos paus, aprendín moita cousas, antes a vida víase moi distinta, agora foi todo moito para arriba, pero a nosa xuventude foiche moi mala porque non había as cousas e os adiantos que hai hoxe», cuenta Juan O Choio. Precisamente, sus vídeos son lecciones de vida, consejos fundamentales basados en la experiencia con los que instruye a sus seguidores en cuestiones que incluyen cómo zafarse de la sobremesa después de una comida familiar para echar una cabezada en el sofá sin que nadie se enfade o cómo tener bien alimentado al perro por más que su nieta insista en que la mascota tiene sobrepeso.

También hay consejos para los abuelos, a los que explica cómo entender a los jóvenes y les alecciona sobre las diferentes técnicas para darle dinero a un nieto sin que los demás se enteren: «Hai netos que o necesitan máis que outros, é así, a uns faille máis falta que a outros e aí é onde teñen que estar os avós, mirar o que está ben e o que está un pouco peor».

Un artista

Fue precisamente uno de sus cuatro nietos, Román Castaño, el que introdujo a su abuelo en el mundo youtuber y ha implicado también a otros miembros de la familia que interpretan papeles secundarios en los vídeos de Juan O Choio. «Con Brais Prieto e Marga Rodríguez formamos un grupo e dedicámonos a tirar pedras a todo certame canto hai. Isto fixémolo para o concurso Youtubeir@s, pero quixemos darlle unha volta e xa sabiamos que meu avó era un artista».
O Choio ya había hecho sus pinitos en otros trabajos audiovisuales de Román, pero nunca como protagonista: «Ao meu neto o que me pida, igual que para os outros, que teño catro». Desde el cobertizo que hace las veces de plató, Juan habla de su nueva faceta: «Eu púxenme aquí a facer o que Román me foi explicando, que para iso é o director, e o que eu sabía tamén dos meus coñecementos. El ponme en camiño e eu voume explicando nos vídeos».
Pese a que él no es del todo consciente, los temas que se tratan en los vídeos parten en gran medida del propio Juan: «As ideas saen do comedor desta casa para volver de novo despois do proceso de escribir e pulir o guión, pero despois el vai por onde quere e sempre é mellor. O que sae nos vídeos é a súa opinión». De hecho, una vez que se pone a explicarse es difícil pararlo: «O que máis traballo dá é sintetizar todo en pouco máis de dous minutos porque todo o que di é gracioso», cuenta Román.
Aunque en uno de sus vídeos O Choio -que toma su nombre artístico del apodo familiar- explica como renunciar a la fama en el momento justo, no deja de sorprenderse de su nueva popularidad: «A un veciño ensinoulle os vídeos un fillo del que vive en Sanxenxo e veume dicir que como me metera a estas cousas á miña idade». Los comentarios se suceden también cuando va al bar a tomarse un vino, aunque él insiste: «Isto non é o meu, o meu foi toda a vida o mar».

No hay comentarios: