LA VOZ 09 de septiembre de 2014
La keynote de este martes 9 de septiembre prometía. Y cumplió. Apple preparó una colosal estructura en el Flint Center, una emblemática localización para los de Cupertino, que apostaron por la nostalgia para abrir una nueva era -el mismo lugar donde Steve Jobs presentó el Mac original hace 30 años-, y se subió al escenario para cambiar el mundo de la tecnología. Después de presentar la sexta generación del iPhone, claudicando a los teléfonos grandes con una versión de 4,7 pulgadas (iPhone6) y otra de 5,5 (iPhone 6 Plus), y avanzar que al fin entraba en el negocio del pago con el móvil, la firma californiana sirvió el plato fuerte de la velada: su esperado reloj inteligente, el Apple Watch.
No hubo iWatch. Pero hubo Apple Watch. Y el nuevo dispositivo con el mordisco en la manzana grabado superó con creces las expectativas. El auditorio entero se puso en pie y rompió a aplaudir. Y Twitter ardió cuando Tim Cook, más seguro que nunca en su papel, más que nunca Steve Jobs, recordó con una sonrisa y el clásico «One More Thing (Una cosa más)» que todavía le quedaba mucho que decir. La inquietud causada por el enorme iPhone 6 Plus, infiel a los principios de la firma, que siempre dieron la espalda a lossmartphones de pantalla mayúscula, fue erradicada por completo cuando en el Flint Center apareció el primersmartwatch de Apple. Y el protagonismo del iPhone fue menguando a medida que los chicos de Cupertino relataban las bondades del Apple Watch.
Porque el reloj inteligente de la firma capitaneada por Cook no es como el Samsung Gear. Ni se le parece. No es un dispositivo de control remoto del iPhone ni tampoco una evolución de las pulseras cuantificadoras. El Apple Watch podría convertirse en el modelo más primitivo del nuevo buque insignia de Apple. Ojo. Con un cuidado y atractivo diseño rectangular, siguiendo los parámetros dictados en las oficinas de la costa oeste de Estados Unidos, el reloj le roba al iPhone 6 la pantalla de zafiro. Y gana el primer punto. Un mimado cuerpo, con correas de diferentes materiales y versiones en varios colores acaban de retocar su aspecto. Porque el Apple Watch no es un solo reloj, es una colección de relojes; en palabras de Tim Cook, «el dispositivo más personalizado» que ha lanzado la compañía. Estará disponible en tres colecciones y múltiples modelos, con dos tipos de pantalla y correas intercambiables. Incluso hay una versión en oro de 18 quilates.
El segundo punto se lo llevan sus prestaciones, mucho más amplias y desarrolladas de lo que uno espera cuando imagina un dispositivo de muñeca. No se trata de un iPhone comprimido. El Apple Watch depende del smartphone de Apple, necesita para funcionar cualquier modelo de iPhone, del 5 en adelante (iPhone 5C, iPhone 5S, iPhone 6 y iPhone 6 Plus), pero es un disposivo en sí mismo, unanueva concepción de aparato, con sus propias aplicaciones y, por tanto, su propia App Store, y una interfaz nueva y cuidada para que la navegación sea, sobre todo, fluida.
A través del Apple Watch se podrá estar al tanto denotificaciones del smartphone, configurarlas para que las alertas avisen al usuario con una leve, pero significativa, vibración en la muñeca. También se podrá acceder a redes sociales como Twitter o Pinterest, que cuentan ya con una herramienta específica para el reloj, navegar y llevar a cabo algunas funciones por voz, por ejemplo, responder a mensajes de texto.
Más cosas. Como tiene una pantalla reducida, cuenta en su lateral con una rueda que permite al usuario manejarlo, navegar, hacer zoom y scroll sin necesidad de tocar el frontal del reloj e interrumpir el campo de visión. Y no solo por fuera el Apple Watch promete ser personalizable. Su interfaz puede casi diseñarse al gusto y, entre las novedades más curiosas, destaca la posibilidad de configurar los emojis que se quiere enviar. Emoticonos individuales y personalizados.
El Apple Watch aterrizará en las tiendas con un cargador inalámbrico, utilizará en GPS del iPhone para guiar al usuario por vibraciones mientras conduce, incluye el asistente de voz Siri y tiene memoria suficiente para acumular una considerable galería fotográfica. Pero también permite tomar fotografías de forma remota. Por supuesto, reproduce música. Cuenta con una pantalla flexible Retina Display, costará 349 dólares y llegará al mercado el próximo año. ¿Listos para la revolución?
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