LA VOZ 31 de julio de 2014
Un joven mexicano de 21 años perdió la vida el pasado fin de semana de un tiro en la cabeza. Pero no fue en un acto de violencia entre pandillas ni fruto de un asalto. La víctima quiso sacarse un selfie con un arma apuntando a su sien y acabó por dispararse de manera accidental.
Según informó la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) de México, Óscar Otero Aguilar cometió la mortal imprudencia mientras estaba en un piso junto a varios amigos, bebiendo alcohol. Los vecinos alertaron del suceso pero los servicios de urgencia desplazados al lugar no pudieron hacer nada por salvarle la vida al joven, según informa el diario Excelsior.
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