ATLAS 01 de diciembre de 2012
Un productor de féretros en la ciudad ucraniana de Truskavets ha puesto en marcha un nuevo negocio en el que se utilizan los ataúdes como terapia para perderle el miedo a la muerte. El impulsor de la idea, Stepan Piryanyk, lleva en el negocio más de una década. Su empresa, Eternidad, tiene empleadas a 150 personas y produce cerca de 1000 féretros al mes. Ahora se ha lanzado a esta nueva aventura, en la que quiere ofrecer a sus clientes una experiencia nueva: dormir en el interior de los ataúdes que él mismo confecciona y descansar dentro durante un cuarto de hora; de fondo, como extra se puede disfrutar de música de todo tipo y sonidos ambientales para hacer la experiencia más vivida. Cerrar la tapa del féretro es opcional. Muchos lo han probado ya y aseguran que es un momento reparador. De momento las sesiones son gratis, aunque Piryanyk ya planea empezar a cobrar 25 dólares. Algunos expertos consideran que puede provocar depresión.
Un productor de féretros en la ciudad ucraniana de Truskavets ha puesto en marcha un nuevo negocio en el que se utilizan los ataúdes como terapia para perderle el miedo a la muerte. El impulsor de la idea, Stepan Piryanyk, lleva en el negocio más de una década. Su empresa, Eternidad, tiene empleadas a 150 personas y produce cerca de 1000 féretros al mes. Ahora se ha lanzado a esta nueva aventura, en la que quiere ofrecer a sus clientes una experiencia nueva: dormir en el interior de los ataúdes que él mismo confecciona y descansar dentro durante un cuarto de hora; de fondo, como extra se puede disfrutar de música de todo tipo y sonidos ambientales para hacer la experiencia más vivida. Cerrar la tapa del féretro es opcional. Muchos lo han probado ya y aseguran que es un momento reparador. De momento las sesiones son gratis, aunque Piryanyk ya planea empezar a cobrar 25 dólares. Algunos expertos consideran que puede provocar depresión.
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