Etiquetas

Hay gente para todo (1132) Documentos (1043) ambiente (576) Tecnología (474) Música (360) Ciencia (329) Animales (270) Informática (189) Música para una cuarentena (86) Bicicleta (64) Humor (53) cocina (38) de viaje (22) Fotografía (19) Historia (18) Chapuzas (17) Opinión (11) arquitectura (9) Arte (8) Salud (8) Retro (4)

Panorama

Otras formas de ver el blog

Otras formas de ver el BLOG: TIMESLIDE / MOSAIC / FLIPCARD / SNAPSHOT

lunes, 28 de enero de 2013

Un zapato que se convierte en abono

Snipe 100 es el primer calzado de piel del mundo cien por cien biodegradable y compostable.
David Sanz · Ecología Verde   28 enero 2013
Y ya ha salido la colección para primavera-verano. Son dos pares de modelos de zapatos ligeros para mujer y otros dos para hombre. Uno de los modelos tiene cordones. Hay varios colores para elegir: tierra, gris, rojo y azul. El modelo de otoño-invierno, más fuerte y cálido, es un zapato de piel arrugada fabricada en titanio y suela termoplástica. Fue el único modelo para dicha temporada.
En la presentación del nuevo Snipe 100, en Alemania, se sirvió gazpacho elaborado con tomates que habían crecido en tierra que se habían abonado con la degradación de los zapatos. La idea de la marca es seguir aplicando la tecnología ecológica a otros productos, como bolsos y complementos.
Ernesto Segarra es el creador de este diseño ecológico. Hace veinte lanzó el primer modelo de zapato compostable, pero no tuvo éxito. Sin embargo, no se dio por vencido, y volvió a la carga con un producto mejorado años después: un calzado revolucionario fabricado completamente con materiales biodegradables, compostables y que no eran tóxicos.
Diecisiete materiales distintos
Este primer modelo tenía nada más y nada menos que ¡diecisiete materiales diferentes! Eso sí, todos naturales. Uno de las técnicas para conseguir este calzado ecológico es curtirlos con titanio, de modo que permite que el zapato se degrade, se composte y, en definitiva, resulte respetuoso con el medio ambiente.
El titanio aporta elementos nutritivos a la tierra. De este modo, cuando se quiera desechar el zapato, se debe trocear y humedecer y depositarlo en un contenedor de compostaje, ya sea propio o junto al resto de residuos orgánicos para que se traslade a una planta de compostaje industrial. Pasados tres o cuatro meses, se obtiene un abono con el que cultivar la tierra. La propia empresa puede ir al domicilio a recoger los zapatos.
El modelo de invierno se vendió a 149 euros, mientras que los de la nueva colección primavera-verano serán más baratos: a 120 euros. Se calcula que, en todo el mundo se venden 20.000 millones de pares de zapatos anuales. Que, tarde o temprano, acaban en la basura. Mejor que acaben abonando la tierra.

No hay comentarios: