Efe 30/12/2011
El Zen Bar à Siestes, un pequeño establecimiento situado en una elegante galería comercial del centro de París, se ha convertido en el primer local de Francia en que los clientes pueden pagar por dormir y relajarse unos minutos. Uno de los fundadores del negocio, Christophe Chansavang, de 31 años, explicó que se trata de una práctica que «no es muy común en Francia», pero que pretende «hacer evolucionar la mentalidad poco a poco».
«En Francia es tabú, por eso la gente viene aquí a descansar un rato, sin que se entere nadie en la oficina», agregó Chansavang.
El local cuenta con seis cabinas de siesta, tres de ellas equipadas con sillones automáticos de masaje a medida que cuestan «varios miles de euros», y otras tres con camas para someterse a un masaje shiatsu. Entre los clientes, casi todos profesionales, hay más mujeres que hombres.
Lo de la siesta acabará triunfando en todo el mundo.
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