Ángel Palmou / La Voz 1/12/2011
Dada la situación de crisis por la que atraviesan la edificación industrial y la construcción de viviendas, los responsables de la empresa carballesa Aplihorsa han decidido tirar por la calle de en medio y aprovechar su experiencia en el primer sector para desarrollar una novedosa iniciativa en el segundo. La compañía, perteneciente al grupo gallego Invertaresa, empleará el hormigón con el que trabaja desde hace años en infraestructuras eléctricas para desarrollar unas viviendas modulares que, según destacan, pueden competir con cualquier otra en cuestión de calidad, precio, eficiencia energética y, sobre todo, plazos.
El cliente solo tiene que poner el terreno y combinar algunos de los 24 módulos diferentes diseñados por la empresa. Esta se compromete a construirlos -dotados ya de todas las instalaciones- en su planta de Carballo, trasladarlos al emplazamiento final, completar el ensamblaje y entregar las llaves de la vivienda, ya lista para habitar, en solo 14 semanas.
«Se trata de una iniciativa pionera en Europa porque, aunque sí hay empresas que hacen viviendas con paneles de hormigón, siguen construyendo por el método tradicional, a la intemperie, mientras que nosotros lo hacemos todo aquí, de forma industrial y con más calidad», destacó el presidente de Invertaresa, Roberto Díaz-Rincón, ayer durante la presentación de esta iniciativa, en la que también estuvieron presentes el director de la planta, José Manuel Ferreira González, y el conselleiro de Industria, Javier Guerra, y otros miembros de la Administración y del mundo empresarial.
La posibilidad de personalizar los acabados y de dotar la casa de numerosos extras (suelo radiante y sistemas domóticos, entre otros), así como de ampliarla añadiendo más módulos, son otras ventajas de estas viviendas, cuyo precio base (para una de 103 metros) es de 99.950 euros, según avanzó Díaz-Rincón. El desarrollo del proyecto ha supuesto para la empresa una inversión de 600.000 euros, que espera comenzar a rentabilizar el próximo año con la venta de entre 40 y 50 casas, y que supondrá la creación de medio centenar de empleos.
El cliente puede diseñar su propia vivienda combinando 24 módulos distintos
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