I. Eiroá / LA VOZ 27/10/2011
Con 91 años de edad, lo sacó ayer del agua la Guardia Civil de Foz, cuando se bañaba, con la ropa y los zapatos puestos, en la playa de Llas.
Jesús, el atrevido nonagenario, es uno de los residentes del asilo de ancianos de Foz, de donde se escabulló ayer por la mañana, aprovechando que era la hora de misa y que alguien había dejado la puerta de la entrada abierta. Se dirigió con su silla de ruedas al arenal, aparcó el vehículo arriba, en el paseo, bajó las escaleras de acceso a la playa y sin pensárselo dos veces se lanzó a nadar tal cual estaba.
Eran alrededor de las nueve menos cuarto cuando el personal se percató de que faltaba. También lo había visto un vecino, que, según explicaron, avisó al 061 dando cuenta de la situación. Por su parte, el personal del asilo, regentado por Edad Dorada Mensajeros de la Paz, buscaba al anciano y alertaba a la Guardia Civil, que lo localizó en la playa. Lo devolvieron al asilo mojado como una sopa, pero sin ningún daño. Y de allí, al Hospital da Costa, para un reconocimiento.
Parece que el baño trempranero no le sentó nada mal, porque ayer por la tarde ya se tomó la merienda con toda tranquilidad. Bueno, con un poco de inquietud por la travesura que había hecho, porque le espetó a la encargada «ahora está enfadada conmigo». La única explicación que dio para justificar su escapada fue que estaba aburrido y como nadie lo llevaba a la playa decidió irse él por su cuenta. Por suerte, la aventura, de apenas 45 minutos, se zanjó simplemente con una mojadura.
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