Nicolás Copérnico (1473-1543), el científico polaco impulsor de la teoría heliocéntrica, fue enterrado de nuevo en la catedral de Frombork (Polonia), donde se encontraba su tumba hasta que, hace cuatro años, sus restos fueron exhumados para someterlos a un análisis de ADN y confirmar su identidad.
Un periplo de cinco años
El periplo del astrónomo comenzó en 2005, cuando arqueólogos polacos hallaron sus restos mortales en una pequeña tumba sin nombre en la catedral de Frombork, en la costa polaca del mar Báltico.
Ante las dudas de si esos restos pertenecían verdaderamente a Copérnico, los huesos fueron exhumados para someterlos a un análisis de ADN, que finalmente confirmó que se trataba del célebre polaco.
Posteriormente un equipo de científicos suecos presentó la reconstrucción facial del cráneo encontrado y pusieron cara a Copérnico, un hombre con nariz aguileña y ojos hundidos, tal y como ya se mostraba en los retratos que se conservan de él en Polonia.
El astrónomo marcó un antes y un después en el estudio de la astronomía con su obra "De Revolutionibus Orbium Coelestium" (Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes).
En ese texto, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, Copérnico dota de base científica una antigua teoría heliocéntrica griega, según la cual es la Tierra la que gira alrededor del Sol y no al revés, como se creía hasta entonces.
Un periplo de cinco años
El periplo del astrónomo comenzó en 2005, cuando arqueólogos polacos hallaron sus restos mortales en una pequeña tumba sin nombre en la catedral de Frombork, en la costa polaca del mar Báltico.
Ante las dudas de si esos restos pertenecían verdaderamente a Copérnico, los huesos fueron exhumados para someterlos a un análisis de ADN, que finalmente confirmó que se trataba del célebre polaco.
Posteriormente un equipo de científicos suecos presentó la reconstrucción facial del cráneo encontrado y pusieron cara a Copérnico, un hombre con nariz aguileña y ojos hundidos, tal y como ya se mostraba en los retratos que se conservan de él en Polonia.
El astrónomo marcó un antes y un después en el estudio de la astronomía con su obra "De Revolutionibus Orbium Coelestium" (Sobre las revoluciones de los cuerpos celestes).
En ese texto, basándose en cálculos matemáticos y astronómicos, Copérnico dota de base científica una antigua teoría heliocéntrica griega, según la cual es la Tierra la que gira alrededor del Sol y no al revés, como se creía hasta entonces.
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