Luís A. Núñez 2/3/2010
Antes de comenzar, conviene aclarar que en la carretera de Cedeira no hay ningún radar fijo autorizado por la Dirección General de Tráfico. Pero sí son habituales los despliegues de la Guardia Civil en Castro, tanto con controles de alcoholemia las noches de los fines de semana, como con los dispositivos móviles de radar para capturar in fraganti a los infractores que se pasan apretando el acelerador. Eso sí, un vecino se ha inventado un modelo híbrido para que a las autoridades no se les escape ni una. Se trata de un radar fijo-móvil. Al menos es como lo presenta el que ha colgado en el famoso portal de vídeos en Internet YouTube el primer prototipo, que estuvo en fase de pruebas el pasado carnaval en la rotonda de Castro.
El entroido es época de mofa, escarnio y pitorreo. Es el momento en el que los vecinos hacen gala de su ingenio para parodiar a las autoridades. Y no queda muy claro si lo que se puede ver desde hace unos días en la Red es un hombre camuflado dentro de un radar o a la inversa. El caso es que arrancó unas risas entre los que presenciaron el momento, y miles de carcajadas desde que se puede ver en Internet. Y es que a media tarde de ayer, la página contabilizaba casi 15.000 visualizaciones del vídeo. El procedimiento es sencillo, basta con currarse un cajón similar al de un radar fijo de carretera, abrirle dos ventanas delanteras, las que serían para el sensor de velocidad y para la lente, y ponérselo por montera armados con una cámara fotográfica.
El siguiente paso es acudir a una fiesta de disfraces, como hizo el protagonista de la peripecia, y demostrar después sus dotes para la ley y el orden hinchándose a poner multas.
Claro que hay que buscar un sitio en el que no se altere el tráfico y tener sentido común para no deslumbrar con el flash a ningún conductor desprevenido. Y el éxito está garantizado. Así se desternillaba de risa el artífice de la grabación, que solo acertaba a decir «¡flasea aquí!» en una ocasión para que el radar viviente posara para la cámara. Los beneficios de este radar se aprecian en el vídeo. Como el aparato tiene piernas, puede orientarse correctamente para enfocar la matrícula del coche infractor o incluso seguirlo hasta tener una visión clara. Eso sí, el radar está, por el momento, en pruebas, por lo que los cuatro conductores capturados en un vídeo de apenas medio minuto no recibirán multa alguna en sus casas. Y es que no es más que una broma de la que tienen constancia en el cuartel de Tráfico y que desde el cuerpo atribuyen a una parodia del malestar que causan los constantes controles en la zona.
Dando ideas a la DGT
El entroido es época de mofa, escarnio y pitorreo. Es el momento en el que los vecinos hacen gala de su ingenio para parodiar a las autoridades. Y no queda muy claro si lo que se puede ver desde hace unos días en la Red es un hombre camuflado dentro de un radar o a la inversa. El caso es que arrancó unas risas entre los que presenciaron el momento, y miles de carcajadas desde que se puede ver en Internet. Y es que a media tarde de ayer, la página contabilizaba casi 15.000 visualizaciones del vídeo. El procedimiento es sencillo, basta con currarse un cajón similar al de un radar fijo de carretera, abrirle dos ventanas delanteras, las que serían para el sensor de velocidad y para la lente, y ponérselo por montera armados con una cámara fotográfica.
El siguiente paso es acudir a una fiesta de disfraces, como hizo el protagonista de la peripecia, y demostrar después sus dotes para la ley y el orden hinchándose a poner multas.
Claro que hay que buscar un sitio en el que no se altere el tráfico y tener sentido común para no deslumbrar con el flash a ningún conductor desprevenido. Y el éxito está garantizado. Así se desternillaba de risa el artífice de la grabación, que solo acertaba a decir «¡flasea aquí!» en una ocasión para que el radar viviente posara para la cámara. Los beneficios de este radar se aprecian en el vídeo. Como el aparato tiene piernas, puede orientarse correctamente para enfocar la matrícula del coche infractor o incluso seguirlo hasta tener una visión clara. Eso sí, el radar está, por el momento, en pruebas, por lo que los cuatro conductores capturados en un vídeo de apenas medio minuto no recibirán multa alguna en sus casas. Y es que no es más que una broma de la que tienen constancia en el cuartel de Tráfico y que desde el cuerpo atribuyen a una parodia del malestar que causan los constantes controles en la zona.
Dando ideas a la DGT
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