El vino blanco gallego ha ganado, desde hace varios años, cada vez más espacio en las bodegas estadounidenses, y ahora también ha conquistado las páginas especializadas en gastronomía. El periódico californiano Los Angeles Times dedicó la portada de su sección de Comida al vino blanco de las Rías Baixas.
«Una historia que ha esperado siglos para ser contada», explica el autor del texto, W. Blake Gray. El periodista, que escribe sobre vino desde hace un decenio, visitó varias bodegas gallegas para revelar a los casi 900.000 lectores diarios del periódico californiano que, aunque tenga la merecida fama de ser un vino del año, también guarda «interesantes características secundarias» con el paso del tiempo. Se refiere al caso específico del Fefiñáns, un vino producido bajo la supervisión de la vinicultora Cristina Mantilla.
«Las vinicultoras mujeres son mucho más frecuentes aquí que en el resto de Europa», notó Gray en su visita, antes de elogiar el trabajo de Lucía Carballeira en la premiada Adega Condes de Albarei. Según W. Blake Gary, la razón por la que el éxito de los vinos gallegos es tan reciente es el aislamiento. A Galicia, afirma el periodista, solo viajaban los peregrinos del Camino de Santiago, pero la modernización de los medios de transporte regionales hicieron que la comunidad pasase a recibir cada vez mayor número de visitantes. Estos extranjeros empezaron a descubrir las peculiaridades de la región, que incluye el clima lluvioso y ventoso de la costa noroeste de la península Ibérica y la extraordinaria calidad que consiguen producir las cooperativas, un fenómeno raro en bodegas de otras partes del mundo.
Entre las marcas probadas y aprobadas por Los Angeles Times están Don Olegario y diversas variedades de uvas: loureiro, treixadura, godello y caino blanco. Pero el vino elegido por Gary como su favorito del 2008 es el Martin Códax, producido por una cooperativa de 500 familias gallegas. Y, además, elogia su precio. «¿No te encanta cuando el mejor es también el más barato?», concluye el periodista estadounidense.
«Una historia que ha esperado siglos para ser contada», explica el autor del texto, W. Blake Gray. El periodista, que escribe sobre vino desde hace un decenio, visitó varias bodegas gallegas para revelar a los casi 900.000 lectores diarios del periódico californiano que, aunque tenga la merecida fama de ser un vino del año, también guarda «interesantes características secundarias» con el paso del tiempo. Se refiere al caso específico del Fefiñáns, un vino producido bajo la supervisión de la vinicultora Cristina Mantilla.
«Las vinicultoras mujeres son mucho más frecuentes aquí que en el resto de Europa», notó Gray en su visita, antes de elogiar el trabajo de Lucía Carballeira en la premiada Adega Condes de Albarei. Según W. Blake Gary, la razón por la que el éxito de los vinos gallegos es tan reciente es el aislamiento. A Galicia, afirma el periodista, solo viajaban los peregrinos del Camino de Santiago, pero la modernización de los medios de transporte regionales hicieron que la comunidad pasase a recibir cada vez mayor número de visitantes. Estos extranjeros empezaron a descubrir las peculiaridades de la región, que incluye el clima lluvioso y ventoso de la costa noroeste de la península Ibérica y la extraordinaria calidad que consiguen producir las cooperativas, un fenómeno raro en bodegas de otras partes del mundo.
Entre las marcas probadas y aprobadas por Los Angeles Times están Don Olegario y diversas variedades de uvas: loureiro, treixadura, godello y caino blanco. Pero el vino elegido por Gary como su favorito del 2008 es el Martin Códax, producido por una cooperativa de 500 familias gallegas. Y, además, elogia su precio. «¿No te encanta cuando el mejor es también el más barato?», concluye el periodista estadounidense.
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