E. DE B. - 24/04/2009

Joaquín Pérez-Guisado, principal autor del trabajo, admite que hay ciertos factores intrínsecos (raza, sexo, edad) que se relacionan más fácilmente con conductas agresivas de los animales. Pero estos factores tienen un "peso mínimo" para que el comportamiento del can sea agresivo. Influyen más los factores unidos al modo de actuación del dueño o la dueña, dice el investigador. De hecho, más de un 40% de las conductas de dominancia (agresividad) de los animales se han relacionado con amos poco autoritarios que nunca han realizado entrenamiento básico de obediencia con sus mascotas o que, si lo han hecho, ha sido de forma mínima.
Los ayuntamientos van a tener que cambiar el censo (con chip) de perros por el de amos agresivos.
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