Manuel Arroyo 23/9/2008
Ingredientes: pasión por la fotografía, una cámara, paciencia y un programa de edición (cualquiera). Ésta es la receta con la que Luis Caldevilla, un operador de cámara ferrolano afincado en Madrid, elabora sus perlas audiovisuales, los vídeos time-lapse. Esta técnica, de resultados espectaculares, consiste en la toma de imágenes a una velocidad mucho menor a la de reproducción, para después animarlas y aparentar movimiento. Paisajes, puestas de sol, el bullicio de las ciudades... entornos que no pasan desapercibidos a los ojos de los aficionados a esta modalidad audiovisual aunque, como asegura Caldevilla, «son cosas que aunque las mires, no las ves. Hay que tener el ojo entrenado». Además, creatividad. «Trato de hacer una analogía con el estrés y la velocidad a la que vivimos». Lo cierto es que puede llegar a pasarse horas, e incluso días, fotografiando una planta a la que, una vez tratadas las instantáneas, como inyectadas de vida, veremos abrirse y florecer en cuestión de segundos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario