r. romar / la voz, 30/12/2018
Contenedor inteligente desarrollado por TheCircularLab, el centro de innovación de Ecoembes R. R. |
Pero la clave para poner en marcha el nuevo sistema pasa por la introducción de la tecnología para identificar a cada generador de residuos mediante una tarjeta o un código QR que lee una pantalla, realizar una medición individualizada de los desechos que produce y aplicarle una tasa de gestión de residuos personalizada. Todo esto será posible, y ya lo está siendo, gracias a los denominados contenedores inteligentes que, según los casos, también incorporan sensores de llenado que emitirán una alerta en cuanto alcancen una determinada capacidad a la empresa de recogida para que vaya a retirarlo, algo especialmente útil en las zonas rurales, ya que permitirá planificar mejor las rutas y ahorrar en transporte.
El objetivo último no es, en absoluto, castigar al ciudadano escasamente concienciado en la separación de residuos en su domicilio, sino favorecer el reciclaje, algo vital en el paso hacia la economía circular en la que todo desperdicio tiene un valor, por lo que es necesario reintroducirlo en el sistema.
Los contenedores inteligentes, lejos de constituir una imagen futurista, son ya una realidad. Prueba de ello es el que presentó recientemente en su centro de Logroño TheCircularLab, el centro de innovación economía circular de Ecoembes. En este caso es un prototipo, aunque también está ensayando con otros. «No pensamos que exista una única realidad en la gestión de los residuos, por lo que lo que pretendemos es adaptar la tecnología a la realidad, a cada entorno particular», explica Zacarías Torbado, coordinador del laboratorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario