Santiago / La Voz 19/6/2010
Cada vez son menos los que se dedican a la ganadería, la agricultura o la pesca, y sin embargo el proyecto Probiogás ha determinado el potencial que este sector económico tiene en la producción de energías renovables. En concreto, del biogás, que produce principalmente calor y electricidad gracias a un proceso conocido como codigestión anaerobia, que aprovecha los desechos del sector agroindustrial.
La comunidad gallega, según un estudio que ha realizado Probiogás, cuenta con un potencial de producción de 93 millones de metros cúbicos al año y podría soportar sobre su superficie un total de 58 plantas con una capacidad de generación de 500 kilovatios, dedicadas a la producción de esta energía renovable. Se trata de muchas horas de electricidad, puesto que un metro cúbico de biogás permite mantener encendida una bombilla de 100 vatios 21 horas.
La Universidade de Santiago (USC) toma parte en este proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación para investigar el aprovechamiento de los residuos agroganaderos (como el purín o los lodos de las plantas depuradoras).
Existen actualmente en la comunidad unas cinco plantas que se dedican a la producción de biogás, pero todas tratan un único residuo generado por una empresa (como el pescado). La innovación en la que trabaja la USC es la combinación de varios de los desechos que se pueden utilizar para alcanzar su máxima eficiencia energética. De hecho, la Escola Superior de Enxeñería Técnica de la universidad cuenta ya con una pequeña planta de producción de biogás en la que es posible analizar los resultados.
En todo caso, el desarrollo de esta tecnología en España parece que va a ser lento. Según apuntan desde Probiogás, los trámites administrativos para la instalación de una planta de este tipo llevan al menos dos años y en ocasiones aparecen imprevistos notables.
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