Xavier Lombardero V d G 13/11/2008
El osezno Villarina, encontrada herida en junio pasado en Villarín, dentro del parque natural de Somiedo (Asturias), se recuperó y acaba de ser reintroducida en su hábitat natural, en la zona a la que regresaron su madre y otras dos crías que integraban el grupo familiar. Se abre así un una importante experiencia con el oso pardo cantábrico. El pequeño esbardo, de unos diez meses y 28 kilos, lleva radioemisores en su espalda, que conservará hasta la muda del pelo el próximo año. Permitirán a los técnicos y guardas controlar sus movimientos y comprobar si es aceptada por su progenitora y las dos hermanas.
En sus primeras horas de libertad, la pequeña osa está tranquila junto al robledal donde fue soltada. Posee muchas castañas que comer y reservas para el invierno, pero los científicos y el Gobierno del Principado creen que hay un elevado riesgo de fracaso en la experiencia.
«Aunque no existen precedentes sobre adopciones de oseznos liberados después de estar tiempo en cautividad por su propia madre, que sigue en libertad, la adopción de huérfanos es un hecho constatado, como ocurrió con los cachorros de Melba, una osa muerta en los Pirineos por disparos de un cazador, y que tras deambular solitarios unos meses, fueron finalmente adoptados por otra osa», añaden.
Unos turistas encontraron a Villarina herida en la cabeza, posiblemente por atropello. Se curó y se recuperó en los parques naturales de Cabárceno y Redes, evitando en lo posible que se acostumbrara a los humanos. En la cordillera se conocen otros dos casos de oseznos huérfanos que no fueron capturados y sobrevivieron en libertad, sin intervención humana directa. Tres crías de entre ocho y nueve meses habían perdido a su madre en 1991 y, en 1999, otros dos oseznos salieron adelante en parecidas circunstancias, con comportamientos instintivos para comer, proveerse una cama y buscar cueva.
La liberación de esta osa en Somiedo es criticada por Los Verdes, que ven el oriente asturiano más apropiado, al haber menos osas y machos que puedan representar peligro. «Villarín va a ser un lugar muy peligroso, con el tráfico de cientos de camiones hacia la futura planta embotelladora de agua», añaden.
Suerte Villarina. Estaremos pendientes de tus andanzas.
En sus primeras horas de libertad, la pequeña osa está tranquila junto al robledal donde fue soltada. Posee muchas castañas que comer y reservas para el invierno, pero los científicos y el Gobierno del Principado creen que hay un elevado riesgo de fracaso en la experiencia.
«Aunque no existen precedentes sobre adopciones de oseznos liberados después de estar tiempo en cautividad por su propia madre, que sigue en libertad, la adopción de huérfanos es un hecho constatado, como ocurrió con los cachorros de Melba, una osa muerta en los Pirineos por disparos de un cazador, y que tras deambular solitarios unos meses, fueron finalmente adoptados por otra osa», añaden.
Unos turistas encontraron a Villarina herida en la cabeza, posiblemente por atropello. Se curó y se recuperó en los parques naturales de Cabárceno y Redes, evitando en lo posible que se acostumbrara a los humanos. En la cordillera se conocen otros dos casos de oseznos huérfanos que no fueron capturados y sobrevivieron en libertad, sin intervención humana directa. Tres crías de entre ocho y nueve meses habían perdido a su madre en 1991 y, en 1999, otros dos oseznos salieron adelante en parecidas circunstancias, con comportamientos instintivos para comer, proveerse una cama y buscar cueva.
La liberación de esta osa en Somiedo es criticada por Los Verdes, que ven el oriente asturiano más apropiado, al haber menos osas y machos que puedan representar peligro. «Villarín va a ser un lugar muy peligroso, con el tráfico de cientos de camiones hacia la futura planta embotelladora de agua», añaden.
Suerte Villarina. Estaremos pendientes de tus andanzas.
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