MONICA IRAGO, La Voz VILAGARCÍA DE AROUSA, 21 dic 2024
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Vilagarcía acaba de desplegar un sistema que situará a la capital arousana en la vanguardia de Galicia y al nivel de otras muchas ciudades europeas por lo que respecta a la gestión de sus residuos. Son varias las novedades que este proceso trae bajo el brazo —la llegada de los puntos limpios móviles a todo el municipio, la recogida de restos textiles y aceites vegetales o la recuperación sistemática de muebles y voluminosos son tres de ellas— pero si hay un elemento llamado a marcar la diferencia, este es sin duda el contenedor marrón que, unido a los compostajes comunitario y doméstico, ofrecerá una solución sostenible a la fracción más importante de cuantas componen la bolsa de basura: la materia orgánica.
La separación de los restos de comida constituye un imperativo que, con ser importante, va más allá del cuidado del medio ambiente. La legislación europea impone la obligación de alcanzar un nivel elevado de reciclaje y reutilización de los residuos domésticos. Un porcentaje que se sitúa en el 50 %, la mitad de la bolsa de la basura. El primero de los controles que la Unión Europea llevará a cabo a fondo tendrá lugar en abril del año que viene, y Vilagarcía está en condiciones de pasar el examen. Aunque, para ello, resultan imprescindibles dos factores. El primero es el incremento de la separación de los restos orgánicos y su conversión en compost a través de las tres vías existentes. Es algo de pura lógica, puesto que sin actuar sobre el material que representa el 40 % de los residuos totales resultaría imposible alcanzar el objetivo. El segundo es la implicación activa de la ciudadanía en este procedimiento.